Una reciente ola de asesinatos contra policías en Venezuela por parte de bandas organizadas para quedarse con sus armas ha encendido las alarmas en los cuerpos de seguridad del país, especialmente luego de que en la última semana siete efectivos resultaran abatidos por grupos de delincuentes.
El subdirector de la Policía del municipio de Chacao, el subcomisario Einer Giulliani, reconoció la preocupación por esta escalada, que ayer se cobró la vida de un miembro de este cuerpo policial, Polichacao, cuando se encontraba fuera de servicio.
«Hay bandas organizadas y también hay delincuentes comunes que aprovechan la oportunidad cuando los efectivos están fuera de servicio o concentrados en algún operativo», dijo Giulliani a Efe.
A la muerte del efectivo de Polichacao se suma el asesinato de otros seis policías en la última semana, entre ellos un inspector de la Policía Científica (CICPC) y tres agentes de la Policía Nacional Bolivariana.
Según cifras de la prensa local, estas 7 muertes elevan a 69 el número de policías asesinados en todo el país en lo que va de este año.
«Estamos preocupados», reconoció Giulliani, tras señalar que el motivo de estos crímenes es «en principio buscar el arma» del policía.
El Parlamento venezolano aprobó en junio pasado la denominada Ley Desarme, que restringe la venta de armas de fuego y aumenta las penas por la tenencia ilegal, y que se sumó a otras medidas adoptadas por el Gobierno para reducir el número de armas en el país como la prohibición de importar y vender comercialmente este tipo de artículos.
El subdirector de la Policía Nacional Bolivariana, Eduardo Contreras, sostuvo que tras un plan de desarme en los barrios populares impulsado por el Gobierno los delincuentes encuentran en los ataques a policías un vehículo para conseguir armas que luego usan para robar, según declaraciones publicadas hoy en el diario El Universal.
«Los funcionarios son fáciles de identificar, los delincuentes los pescan y los persiguen para matarlos y apoderarse de las pistolas», declaró.
Para el director del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), Roberto Briceño, esta escalada es consecuencia de la pérdida de miedo a los policías por parte de los delincuentes, en un país donde la violencia se cobra miles de muertes al año.
«Lo que hemos notado, porque nos lo dicen los propios policías, es que se perdió el respeto o el miedo a la Policía, esa es la sensación que los propios policías tienen», dijo Briceño a Efe.
«En todas partes del mundo, el delincuente procura no matar policías, por muchas razones, una de orden muy formal y es que las penas son muy severas. Esto no ocurre en Venezuela porque sencillamente no hay castigo», agregó.
Briceño alertó que desde el año pasado se observa un alza en la cantidad de asesinatos de policías con objetivos muy concretos: quitarles el arma o vengarse, en un fenómeno concentrado principalmente en las grandes ciudades del país, como Caracas, Maracaibo, Barquisimeto y Maracay.
«El delincuente se venga del policía, lo va a robar cuando está fuera de servicio y el policía no tiene defensa», dijo.
Según cifras oficiales, en 2012 más de 16.000 personas fueron asesinadas en Venezuela, con una tasa de homicidios de 54 por cada 100.000 habitantes.
Sin embargo, el OVV estima que la cifra real es de 73 asesinatos por cada 100.000 habitantes, lo que hace de Venezuela, donde de acuerdo a cifras extraoficiales hay alrededor de 10 millones de armas ilegales, uno de los países más violentos del mundo.
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha puesto en marcha este año iniciativas para mejorar la seguridad ciudadana como el Plan Patria Segura, por el que, entre otras cosas, sacó a la calle a la Fuerza Armada. EFE