Aunque era necesaria su remodelación, se debieron tomar en cuenta también otras necesidades que hoy están acabando con la paz y la integridad de los habitantes y de quienes hacen vida comercial en la parroquia La Candelaria
Salomón Benshimol R. e-mail: sbenshimol@yahoo.com
La Plaza Candelaria realmente merece ser una de las más bellas de nuestra capital, y su remodelación es un acto de justicia, pero el mismo debió haberse realizado hace mucho tiempo y no ahora cuando se acercan unas elecciones municipales y que le pueden servir a Jorge Rodríguez para lavarse la cara ante una comunidad que siempre fue abandonada por su despacho.
Aunque era necesaria su remodelación, se debieron tomar en cuenta también otras necesidades que hoy están acabando con la paz y la integridad de los habitantes y de quienes hacen vida comercial en la parroquia La Candelaria. Creemos que hubiera sido de gran importancia mejorar también los cinco puntos que señalamos a continuación:
Primero: El abandono total de todas y cada una de sus instalaciones durante su gestión como alcalde y el total desprecio hacia sus habitantes y de quienes por una u otra razón deben hacer vida en el acontecer social, cultural y económica pero que no viven en la zona.
Segundo: La proliferación de la delincuencia y la suma de delitos que se realizan a diario y que en algunos casos han ocasionados muertos y personas que han quedado discapacitadas por culpa del hampa desenfrenada que reina en sus calles.
Tercero: No hay un buen servicio de aseo urbano que daña el medio ambiente y somete a todos los que tienen que recorrerla a convivir con los malos olores, las infecciones y las otras tantas cosa que provienen por la falta de aseo.
Cuarto: Las denuncias, presuntas, del matraqueo, que según los comerciantes del sector, son las actividades diarias de la gran mayoría de los funcionarios de las diferentes oficinas que dependen de la Alcaldía Municipal Bolivariana Libertador y si se oponen a ser extorsionados, les cierran sus locales o comercios por cualquier eventualidad que se podría arreglar citando a los comerciantes que han cometido infracciones y dándoles un plazo no mayor de 72 horas hábiles para ponerse al día con el municipio.
Quinto: El menosprecio hacia los ciudadanos más desposeídos y que por desgracia de la vida o de su inmoral gobierno ha llevado a muchos compatriotas a tener que dormir, realizar sus necesidades sanitarias en la vía pública y a la vista de cualquier ciudadano que pase por el lugar a la hora que ellos cumplen su ciclo biológico, presentándolo a la sociedad como desechos humanos y no brindándole atención alguna para sacarlos de tan deplorable estado.
Sin embargo, Jorge Rodríguez, al emprender una remodelación que solo servirá para lavarse la cara por la ineficacia de la Alcaldía Municipal Bolivariana Libertador (Caracas), dado que nuestra parroquia La Candelaria jamás la ha querido por haberla considerado siempre de escuálidos y burgueses, sin embargo, debemos recordarle que así como emprendió esa remodelación debió avocarse a las otras competencias de su despacho, tales como: mejorar las calles que están totalmente destrozadas o mejorar la vigilancia para acabar con el malandraje de la zona, entre los cuales hay: sádicos, asesinos, violadores, matraqueros, atracadores y ladrones en todas sus características, etc…
Gracias a Dios que usted no volverá a ser más nunca un funcionario elegido por el pueblo, el pueblo sabe que usted, alcalde Jorge Rodríguez, ha sido el funcionario más pirata, ineficaz y malo de todos aquellos que se llaman chavistas en estos ya 15 años de mal gobierno.