El receptor, ex de los Mulos, fue factor clave en la clasificación de los Piratas de Pittsburgh a la postemporada de las grandes ligas por primera vez en mucho tiempo
La vida suele dar giros inesperados, especialmente en el beisbol. Basta con preguntarle al receptor Russell Martin, quien después de jugar por los Yankees, la franquicia que más presentaciones de postemporada suma, ahora milita por los Piratas, un club que no clasificaba para los playoffs en más de dos décadas.
Pero ahora mismo, es Martin quien aún está en acción mientras su ex equipo quedó eliminado.
«Es un poco irónico», dijo Martin. «Nunca se sabe. Todo pasa por algo. Simplemente creo que tomé la decisión correcta. Los Yankees estuvieron en la pelea hasta el final. Ahora están viendo la acción desde sus casas. Ojalá me estén apoyando. Les deseo lo mejor para el próximo año. Yo personalmente voy a seguir luchando y divirtiéndome practicando este deporte».
Martin ha sido una pieza clave que ha ayudado a los Piratas a mantenerse con vida en octubre. El veterano sonó dos jonrones en la victoria de los Piratas por 6-2 sobre los Rojos en el Juego del Comodín de la Liga Nacional el martes que impulsó a los Bucaneros a la Serie Divisional del viejo circuito, que empieza este jueves en San Luis.
Martin se convirtió en apenas el segundo jugador en la historia de los Piratas que suena más de un jonrón en un partido de postemporada, uniéndose a Bob Robertson, quien conectó tres jonrones en el juego dos de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en San Francisco en 1971. El cátcher se voló la cerca en la Serie Divisional de la Liga Nacional en el 2008 con los Piratas y cuatro años después en la primera ronda contra los Orioles como miembro de los Yankees.
Dicha experiencia es uno de los motivos por los cuales los Piratas fueron agresivos durante la temporada baja a la hora de cortejar a Martin en el mercado de agentes libres, convenciéndolo con un contrato de dos años y US$17 millones. Los Yankees no hicieron un verdadero esfuerzo por retener los servicios de Martin y en su ausencia, tuvieron problemas detrás del plato toda la temporada.
«En verdad no le doy mucha mente a eso», dijo Martin. «Estaban tratando de invertir en otras áreas. No soy gerente general y dudo que llegue a serlo. Es difícil pronosticar el futuro. No hay manera de saber qué es lo que va a pasar. Disfruté mi tiempo allá – los aficionados son increíbles, disfruté jugar con futuras leyendas, pero estoy en una buena posición ahora mismo. Aquí me siento como en casa».
Martin sonó su primer jonrón del partido en el segundo inning, un out después de que Marlon Byrd pusiera arriba a los Piratas con un cuadrangular solitario. El receptor sacó la bola del parque después de una secuencia interesante en la cual el abridor dominicano de Cincinnati, Johnny Cueto, dejó caer la bola al comenzar su envío. El próximo lanzamiento del quisqueyano fue una recta alta en la zona de strikes y Martin se aprovechó de lo que describe como un Cueto nervioso.
«Ahora es cuando más necesitamos (al público) y ellos dijeron ‘presente’ y hasta cierto punto fungieron como un 10mo jugador para darnos la victoria», dijo Martin. «Sé que se le metieron en la mente a Cueto un poco, aunque quizás él no lo reconozca. Fue un ambiente difícil para un equipo contrario. Se trata de algo especial».
El segundo bambinazo de Martin contra el relevista Logan Ondrusek en el séptimo inning le dio a los Piratas una ventaja por 6-1 y una vez más puso a gozar a la concurrencia. Con dos swings del bate, Martin hizo olvidar su decaimiento en la segunda mitad de la campaña regular. De hecho, parece ya no recordar que bateó para .127 en el mes de septiembre y apenas .207 después del receso del Juego de Estrellas.
«Esto te da vida nueva», dijo Martin. «El público te da energía. Cuando llegas a este punto, no necesitas esforzarte o buscar energía para luchar. Desde este momento en adelante, tienes energía. Ahí está, como también está la adrenalina. Sientes más veloz tu bate. De esos se tratan los playoffs.
«Mis manos estaban más rápidas que de costumbre. El público me dio energía y se la transmití a la bola».
Jonathan Mayo // mlb.com