Si desea volar a Buenos Aires este fin de semana, el pasaje de ida y vuelta desde Miami le costaría unos $1,430, y si quiere viajar a París, la tarifa sería de $1,664, y si le agrega otros $100 podría volar hasta Hong Kong, al otro lado del mundo.
Pero si lo que pretende es volar a Caracas, que está a apenas a tres horas de distancia, tendría que pagar cerca de $3,500, e incluso más de $4,000, si quiere un vuelo directo y no está dispuesto a pasar la noche en Medellín, o cambiar de avión en Lima antes de aterrizar en suelo venezolano.
Y es que los precios de los pasajes aéreos a Venezuela se han ido a la estratósfera, producto de una gigantesca demanda que ha eliminado prácticamente los cupos en los aviones y ha llevado a las aerolíneas a subir las tarifas a niveles inverosímiles.
“Es increíble, uno revisa día por día, y no hay manera de conseguir boletos”, dijo Vickie Montes, quien trabaja en Access Corporate Travel, una agencia de viajes en Doral. “Los venezolanos nos llaman todos los días, algunos de ellos desesperados porque tienen que viajar. Pero es muy difícil y en ocasiones imposible, conseguirles un cupo”, agregó.
El fenómeno empezó a ser detectado unos meses atrás, cuando los cupos disponibles cayeron a niveles que no se habían visto antes. Y es un fenómeno que proviene totalmente del lado de la demanda, explicó un representante de American Airlines en un correo electrónico.
“Nuestros precios son competitivos y, al igual que cualquier otra aerolínea, nosotros utilizamos un sistema de administración de ingresos que está basado en la oferta y la demanda, un principio de mercadeo que es tan viejo como el propio mercadeo y que va mucho más allá del uso que le dan las aerolíneas”, dijo el representante.
El mecanismo empleado por las aerolíneas es similar al aplicado por los hoteles para administrar las tarifas que cobran durante las temporadas altas y bajas para tratar de aprovechar al máximo el espacio disponible, explicó la línea aérea.
Pero si la demanda ha disparado los precios, ¿por qué las aerolíneas no aumentan la frecuencia de los vuelos?
“Las autoridades venezolanas no nos han autorizado hacerlo”, dijo un ejecutivo de unas de las aerolíneas que habló bajo condición de anonimato. “Nosotros solicitamos, pero no hemos recibido respuesta, para aumentar los vuelos desde Estados Unidos. Eso fue hace más de un año y aún no tenemos respuesta”, agregó.
Los vuelos comenzaron a llenarse en la medida en que comenzó a dificultarse la obtención de dólares en el país sudamericano.
Humberto Figuera, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV), explicó que muchos venezolanos han optado por reservar sus pasajes aéreos para poder tramitar la adquisición de dólares a un tipo de cambio preferencial a través de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), que vende dólares a viajeros por montos que van desde los $700 hasta los $3,000, dependiendo del destino.
“La diferencia abismal entre el dólar oficial (de 6.30 bolívares por unidad) y el negro (que se vende en 41.49 bolívares) ha hecho que viajar sea un negocio. Se compra el boleto, se muestra a Cadivi y se autoriza la tarjeta de crédito y hay gente que se dedica a llevársela (al extranjero) para ‘rasparla’ (obtener los dólares). No falta el pasajero que vaya con 10, 20 tarjetas”, agregó Figuera.
Aun cuando los precios de los boletos se encuentran por las nubes, muchos de los pasajeros han encontrado que es posible conseguirlos a tarifas mucho más económicas si las reservaciones se hacen con suficiente antelación.
Pero no siempre es así, dijo Germán Sánchez, quien el miércoles abordaba un avión de regreso a Venezuela después de pasar 10 días en Miami, acompañado por su esposa Jessica Ramona, y sus dos hijos. “Un pasaje ahora está entre los 25,000 y los 30,000 bolívares [$3,968 y los $4,761 al tipo de cambio oficial]”, dijo Germán.