Ya empiezan a hacerse comunes muchas expresiones populares que, difícilmente podrán acallar los medios de comunicación privados o públicos
Hernán Papaterra e-mail: hpapaterra@yahoo.com
Definitivamente no existe mejor forma de expresión y opinión que el habla popular. El llamado «soberano» no hace demagogia ni proselitismo. A propósito de la escasez que agobia a los venezolanos hoy el pueblo informa y grita, ¡Aquí no hay leche!. Y de seguida, ese mismo pueblo, opina y exclama, ¡Ni en las tetas de las mujeres!.
Tal vez venga alguno a replicar al pueblo, y como el ciudadano que increpó en Paraná a la artista Gabriela Montero al momento de iniciar su concierto, frenético proteste y vocifere, ¡Mentirosos, son unos mentirosos, son todas mentiras!.
Lo escrito como título del artículo lo escuchamos luego de más de dos horas de fila o cola para acceder a un automercado de nombre conocido, en Santa Teresa del Tuy, cuando al llegar frente a la cajera una vecina preguntó, ¿señora, hay leche?, a lo que, entre burlona y sarcástica, aquella respondió, ¡Aquí no hay leche ni en las tetas de las mujeres!.
Risas en la cola y rabia contenida en la vecina, quien frustrada y enojada se atrevió a vocear, casi en forma lastimosa, sintiendo impotencia y ganas de mentar la progenitora de alguien al que supone culpable de su necesidad negada e insatisfecha, ¡Ni mi abuela achacosa, ni mi nieto recién nacido, han podido tomar leche en las últimas semanas!.
A mi mente vino lo que aprendimos desde la escuela. Que la leche contiene calcio, un mineral que ayuda a que huesos se formen más fuertes y sanos. Que
La leche de vaca es uno de los alimentos más completos. Ella contiene proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales muy importantes para estar bien alimentados y crecer sanos y fuertes.
Los niños deben tomar de dos a cuatro vasos de leche entera al día y los adultos unos dos vasos.
Si no ingerimos calcio mientras somos niños, advierten los médicos y nutricionistas, cuando seamos mayores nuestros huesos serán débiles y se romperán más fácilmente, debido a una enfermedad llamada osteoporosis que hace que los huesos estén huecos por dentro y sean mucho más frágiles.
Mientras hechos como el que reseñamos acontecen a lo largo y ancho del país, la televisora Globovisión recibió una notificación de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) sobre el inicio de un procedimiento administrativo sancionatorio “por la presunta zozobra causada a la ciudadanía, supuestamente a través de la transmisión del programa Caso de Investigación”, el cual fue emitido el pasado domingo 29 de septiembre, en el cual se expuso las dificultades que viven algunos venezolanos para adquirir ciertos alimentos pertenecientes a la cesta básica. Particularmente la escasez de leche.
Ese acto administrativo estuvo precedido por un llamado del «Jefe de Estado» a la Fiscal General del país, en el sentido de evaluar medidas para “castigar” a la prensa que mantenga una “guerra psicológica” con el tema del desabastecimiento, y que , a su juicio, han emprendido los medios privados contra la población al hablar sobre el desabastecimiento.
Ya empiezan a hacerse comunes muchas expresiones populares que, difícilmente podrán acallar los medios de comunicación privados o públicos. ¡Aquí no hay leche ni en las tetas de las mujeres!, ¡Aquí no hay papel tualet ni en los sanitarios de restaurantes y ministerios!, ¡Aquí no hay huevos ni en el corral de las gallinas!, ¡Aquí no hay seguridad ciudadana ni siquiera en los cementerios!, ¡Aquí no hay sueldo o salario que compense la inflación!, ¡Aquí ni siquiera hay Bolívar Fuerte!.