El papa Francisco afirmó este viernes en Asís que «hoy es un día de lágrimas», en referencia a las víctimas del naufragio frente a la isla italiana de Lampedusa en el que murieron unas 130 personas y otras 200 se dan por desaparecidas.
Al mundo «no le importa si la gente debe huir de la esclavitud, del hambre, buscando la libertad», lamentó el papa durante su visita a Asís (centro de Italia), la ciudad de San Francisco, al referirse a los inmigrantes que perecieron en la tragedia.
Apartándose del discurso oficial, el papa pidió a los católicos que se inspiren en el modelo de San Francisco, quien se despojó de todos sus bienes y vivió en la pobreza.
El papa argentino condenó también «el espíritu mundano» que tildó de «lepra, cáncer de la sociedad, que mata a la Iglesia», dijo.
«El cristianismo sin la cruz, sin Jesús, es como una panadería, un lindo pastel», agregó.
Francisco visita este viernes por primera vez Asís para rezar ante la tumba del santo italiano con el que se identifica y denunciar la pobreza y el hambre en el mundo.
La visita de Francisco, quien se puso el nombre del santo de Asís para recordar que se necesita «una Iglesia pobre y para los pobres», será una inmersión en los lugares de la espiritualidad franciscana.
El papa permanecerá diez horas en la ciudad del santo que inspiró el nombre de su pontificado, donde visitará el santuario del patrono de Italia y orará en la habitación en la que San Francisco se despojó de todos sus bienes así como de las tentaciones mundanas como signo de la pobreza evangélica.
AFP