Hoy se cumplen 66 años del nacimiento del más grande de los intérpretes, quien vio la luz en Machuelo de Ponce, Puerto Rico.
Su legado musical continúa vivo en todo lugar donde se conoció, formando parte de los códigos de identidad cultural que unifican a los amantes de la salsa
Aquel 17 de abril de 1983 todo estaba listo para el esperado concierto de “El Cantante de los Cantantes”, Héctor Lavoe, en el Poliedro de Caracas. Como nunca, con más 18 mil personas, sin contar con las 5 mil que aún estaban a las afuera del recinto público, el cartel anunciaba lo siguiente: …”Héctor Lavoe – El Cantante de los Cantantes – Única presentación en Caracas y por Venezuela”.
Por fin, pasadas las once de la noche se escucharon las esperadas palabras: “Ok, caballeros, one, two, tree”… se estremeció el Poliedro de Caracas y el animador no pudo terminar su presentación cuando el sonido delataba la siempre melódica Periódico de Ayer, mientras de atrás salía, con su característica carrerita y con un adhesivo en la boca el único, El Flaco, El Tiburón de la Fania: Héctor Lavoe.
Más alla de la
salsa y el reggaeton
Héctor Juan Pérez Martínez (Héctor Lavoe) nació en Machuelo de Ponce, Puerto Rico, el 30 de septiembre de 1946. Su padre lo obligaba a ir a la escuela de música Juan Morel Campos hasta los 16 años, cuando se muda a Nueva York. En su primera semana en esta ciudad, participó en la orquesta de Roberto García y durante ese período, Lavoe estuvo en otros grupos musicales, incluida la Orquesta de Nueva York, Kako y su combo.
En 1967, Lavoe se convirtió en vocalista de la Orquesta de Willie Colón, en donde grabó grandes producciones como El Malo, The Hustler, La Gran Fuga y Cosa Nuestra, entre otros. Mientras pertenecía a esta orquesta, Lavoe se volvió adicto a las drogas, las juergas y a un ritmo de vida basada en los excesos.
Luego de seis años juntos y una enorme serie de éxitos cosechados, Colón decidió no trabajar más con Héctor en el escenario, aunque siguieron siendo buenos amigos y de hecho, siguió produciendo sus discos en el futuro. Después de este suceso, Lavoe formó su propia orquesta y como solista grabó canciones como El Cantante, compuesta por Rubén Blades; Bandolera de Willie Colón y Periódico de Ayer de Tite Curet Alonso.
La canción El Cantante le dio el apodo por el que a partir de entonces sería conocido: El Cantante de Cantantes. También desde 1968, fue vocalista de la Fania All Stars, pero su éxito entró en reversa cuando, en 1979, cayó en una profunda depresión y buscó ayuda de un santero que atendió su problema de drogas.
Después de su corta rehabilitación, sufrió otra recaída cuando su hijo menor, Héctor Luis, muere a la corta edad de 18 años a causa de un disparo accidental que le produjo un amigo, en mayo de 1987. En este año las tragedias continuaron para Lavoe, pues su suegra fue asesinada y su padre falleció.
Después de estos acontecimientos se le detectó el virus VIH, lo que afectó su estado de ánimo de forma muy notoria a tal punto que en 1988 y tras la suspensión de un concierto en la ciudad de Bayamón que suponía relanzaría su carrera, decidió suicidarse lanzándose desde el balcón del noveno piso del hotel donde se alojaba.
Lavoe sobrevivió y grabó un último álbum antes de que su estado de salud empeorara, Héctor Lavoe & Van Lester: The Master and the Protege. A partir de aquí, Lavoe quedó incapacitado para volver a cantar y transcurrió sus últimos años en Nueva York, donde varios promotores se lucran con él presentándolo en conciertos cuando apenas podía hablar.
A pesar de las ventas generadas por sus discos, Lavoe tuvo una condición económica precaria. Murió el 29 de junio de 1993 en el Memorial Hospital de Queens debido a una complicación con el SIDA, cinco años después de su fallido intento de suicidio. Fue enterrado en el cementerio Saint Raymond de Queens, Nueva York y en 2002 sus restos fueron exhumados por petición de su familia y llevados a Ponce, su ciudad natal. Sus restos permanecen en el Cementerio Civil de Ponce.
La influencia musical de Héctor Lavoe se ve presente en muchos de los cantantes de salsa contemporáneos, que sienten una gran admiración por lo que fue Lavoe. Dado al enorme reconocimiento que tiene, estos nuevos cantantes del género tratan de imitarlo tanto en su voz como es su personalidad, pero esta influencia no sólo se limita al mundo de la salsa sino que también llega hasta los artistas del reggaetón.
Héctor Lavoe es considerado como el cantante que enriqueció el género de la salsa y muchos expertos lo catalogan como su máximo exponente. Actualmente, es un ícono y un ídolo, existiendo incluso monumentos levantados en su honor en Ponce, Puerto Rico y en el Callao, Perú, donde se le considera Hijo Ilustre.
Excesos al teatro
y al cine
Su agitada vida personal y profesional fue llevada al teatro en 1999 con la obra ¿Quién mató a Héctor Lavoe?, producida por Pablo Cabrera y David Maldonado. La personificación de Héctor Lavoe fue realizada por el cantante de salsa Domingo Quiñones. Ocho años más tarde, en el 2007, aparece la película biográfica El Cantante, protagonizada por Marc Anthony y Jennifer López.
Edda Pujadas
Twitter: @epujadas