La tormenta tropical Karen avanzaba el viernes hacia la costa sur de Estados Unidos, donde las autoridades cerraron carreteras, ordenaron evacuar viviendas y pidieron a los vecinos tomar todas las precauciones.
En el poblado costero de Grand Isle, en Luisiana, las autoridades ordenaron la evacuación de la zona, y los habitantes tuvieron que recurrir a la única carretera disponible, susceptible a inundaciones.
El Centro Nacional de Huracanes vaticinó que Karen alcanzará el centro de Luisiana el sábado, sea como tormenta tropical o como un huracán débil. Además de sus característicos fuertes vientos, se pronostica que el meteoro generará entre 8 y 15 centímetros de precipitación (entre 3 y 6 pulgadas) hasta el domingo en la noche, y algunas zonas aisladas incluso podrían recibir hasta 25 centímetros (10 pulgadas).
Según las proyecciones, la tormenta cruzará, o al menos rozará la costa sudoriental de Luisiana antes de virar hacia el este, hacia Alabama y Florida.
Luisiana, Misisipí y partes de Florida fueron declarados en estado de emergencia. Las autoridades removían las estaciones de salvavidas de las playas en la región.
El tráfico en gran parte del río Misisipí fue suspendido debido a los pronósticos tormentosos.
En Nueva Orleáns, el director de la policía Marlin Gusman anunció que había trasladado a más de 400 presos de sus viviendas temporales a instituciones penitenciarias más seguras. El alcalde Mitch Landrieu anunció que a partir de la noche del viernes entraría en funcionamiento un centro de emergencias que estaría abierto las 24 horas.
En las zonas bajas de Braithwaite en Plaquemines, cerca del extremo sudoriental de Luisiana, las autoridades ordenaron a los residentes salir de allí. La comunidad aún está traumatizada por el paso del huracán Isaac el año pasado.
«No espero que esto sea otro huracán Isaac, pero seguro lloverá bastante, así que estoy llevándome todo lo que puedo», comentó Larry Bartron, un pescador que llevaba sus equipos a su buque.
La gente no parecía muy preocupada en la Playa Pensacola en Florida, donde se bañaban en el mar debajo del malecón y Stephen Benz, un surfista local, disfrutaba de las poderosas olas.
«Probablemente hay sólo 30 días al año en que las olas son buenas y hay que estar bien pendientes del clima y estar dispuesto a meterse en el mar de un momento a otro», dijo Benz.
No se espera que Karen permanezca estacionaria como lo hizo Isaac el año pasado.
La tormenta podría afectar eventos deportivos y culturales en toda la región. En el sur de Alabama, el viernes, debe comenzar el Festival Musical Bayfes y los organizadores aseguraron que el espectáculo se realizará lo mejor posible. El festival Gretna, en el suburbio de Nueva Orleáns que lleva su nombre, empezaba el viernes por la noche.
AP