¿Qué es lo que hace que un buen jefe se destaque entre sus colegas corporativos y sus rivales?
Los principales atributos de un jefe ejecutivo exitoso incluirían tener la capacidad para dirigir a otros, saber con antelación lo que hay que hacer y ser un apasionado de la resolución de problemas.
Otra característica de todo buen director es su capacidad para entender completamente el a menudo complejo alcance de las operaciones de su empresa. Se trata de un desafío que puede ser facilitado por un directivo al ganar tanta experiencia como le sea posible mientras escala posiciones.
Harriet Green, consejera delegada del grupo turístico Thomas Cook, les dice a los aspirantes a líderes que amplíen su enfoque desde el principio de sus carreras. «Siempre animo a los ejecutivos a que hagan cosas que no son necesariamente normales, porque así uno puede aprender mucho sobre los límites personales», le dice a la BBC.
«Si sólo haces el trabajo -una vía rápida a la cima- es posible que termines siendo un líder más endeble y no uno sólido». «Así que es mejor arriesgarse».
La importancia de la ética
Sin embargo uno de los riesgos que los líderes potenciales no deben correr, dice Wang Shi -el fundador y presidente del gigante inmobiliario chino China Vanke- es con la conducta empresarial.
Los escándalos de negocios han sido noticia en los últimos años y han subrayado el punto de que hacer caso omiso de la ética puede tener un grave impacto en la rentabilidad de una empresa.
Wang Shi sostiene que los directivos «tienen que equilibrar» la búsqueda de beneficios con la necesidad de ser ético en la forma en que se trata a los clientes y a los demás. «Si sólo obtienes dinero, pero no te preocupas por el bien o el mal, no puede durar. Eso no te puede sostener en el futuro».
Si un jefe hace lo «correcto», luego vendrá el dinero, asegura.
Y hacer lo correcto se extiende a la manera en que la empresa trata a sus empleados. «Los directores ejecutivos tienen que ser capaces de inspirar y compartir sus valores con la gente en toda su organización», declara el experto en gestión Steve Tappin.
Propósito
Frits van Paasschen, director general de Starwood Hotels, destaca que el discurso del líder de los derechos civiles estadounidenses, Martin Luther King, no decía «yo tengo un plan».
Cuando una firma busca lograr sus metas, los beneficios fluyen, argumenta. «Nuestro objetivo es darles a los clientes una gran experiencia para que vuelvan, así podemos generar muchos beneficios para los dueños de los hoteles.
«Realmente es así de simple. Si puedes hacer felices a tus invitados, las otras cosas llegan por sí mismas». Sin embargo, cuando se está aprendiendo cómo ser un buen jefe, el presidente ejecutivo de la proveedora de energía Aggreko, Rupert Soames, advierte que un gerente tiene que asegurarse de que aprende de aquellos que respetan a sus propios valores.
«Una vez me fui a entrenar con alguien que me reprogramó el cerebro. Desaparecí durante tres semanas y regresé como un ser humano diferente».
Sus colegas no estaban impresionados por los cambios. «Ellos lo odiaban, y yo lo odiaba, y mantuve ese comportamiento durante unas tres semanas. Pero luego recapacité… y todos suspiraron aliviados».
Agrega que un gerente debe tratar de ser honesto consigo mismo, pero también debe entender que «ser honesto y ser uno mismo no es necesariamente una virtud». «Tienes que ser un poco más sofisticado que eso».
Mente abierta
Otro problema llega cuando una empresa crece. Es un verdadero reto en mantener lo que hizo que fuera especial. «Hay una gran cantidad de negocios que a medida que se hacen más grandes, se vuelven más lentos y no pueden innovar», dice Tappin.
Un buen gerente debe tener la «visión y valores para crear una empresa que se ajuste al siglo XXI», sentencia. Hoy en día, todas las empresas tienen que hacer frente a la realidad de un mercado globalizado y al impacto de las redes sociales tanto en ellos como en sus clientes.
Cuando algo va mal para una empresa, la firma puede tener sólo unas horas para reaccionar a lo que a menudo se convierte en una tormenta de críticas en Twitter.
Brecha generacional
Allan Zeman, presidente del Grupo Lan Kwai Fong de Hong Kong, dice que un buen jefe debe centrarse en «pensar en el mañana y tener la mente abierta» .
Zeman apunta a que hay a menudo una clara brecha generacional entre los altos directivos, que pueden estar en los 40 o 50 años, y sus clientes mediáticos que están en sus veinte.
«Los jóvenes de hoy son diferentes. Ellos se preocupan por las cosas que nunca nos preocuparon al crecer -el medio ambiente, el aire limpio, verde- todas esas palabras de moda que hoy conforman nuestra existencia».
Y tiene este consejo para los aspirantes a jefes. «En mi mundo no hay malos empleados. Lo que hay es malos jefes, malos líderes».
BBC Mundo