Este trastorno puede controlarse con el consumo de alimentos saludables, actividad física y pérdida de peso
Tom Hanks, el actor estadounidense dos veces ganador del Óscar, sorprendió a sus seguidores al revelar en un programa de televisión que padece diabetes tipo 2.
Hanks, de 57 años, habló sobre su enfermedad el lunes, al promocionar su nueva película «Capitán Phillips» (Captain Phillips) -acerca de la captura de un buque de carga estadounidense por piratas somalíes- en el programa «Late Night with David Letterman» de la cadena de televisión CBS.
«Fui al médico y me dijo, ‘¿Vio esos números elevados de azúcar en la sangre con los que ha estado lidiando desde que tenía 36? Bueno, usted se ha graduado. Tiene diabetes tipo 2′», relató la estrella de cine.
Hanks, que ganó el Óscar al mejor actor por «Philadelphia» en 1994 y por «Forrest Gump» en 1995, ha subido y bajado de peso muchas veces por los papeles que interpretaba: engordó para «A League of Their Own» (Un equipo muy especial, en Latinoaméria, Ellas dan el golpe, en España) en 1992 y luego adelgazó mucho para «Náufrago» (Cast Away) en 2000.
Según los médicos, esas fluctuaciones pueden ser un factor en el desarrollo de la diabetes tipo 2, la forma más corriente de la enfermedad.
Hanks, que luce en forma y saludable, dijo a Letterman que perder peso en esta etapa probablemente no ayudaría.
«Mi médico me dijo: ‘Si usted puede llegar a pesar lo que pesaba en la escuela secundaria estaría en esencia completamente sano y no tendrá diabetes tipo 2’. Y yo le dije: ‘Bueno, voy a tener diabetes tipo 2 porque no hay manera de que pueda volver a pesar como en la escuela secundaria».
Hanks, que mide 1,83 metros de altura, dijo que en la escuela secundaria pesaba casi 44 kilos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos señalan que la diabetes tipo 2 está «por lo general asociada a la edad avanzada, la obesidad y la inactividad física, antecedentes familiares de diabetes tipo 2, o antecedentes personales de diabetes gestacional».
Este trastorno puede controlarse con el consumo de alimentos saludables, actividad física y pérdida de peso, aunque también podría ser necesario recibir insulina o medicación oral.
La diabetes tipo 2 afecta a más de 300 millones de personas en el mundo, según los expertos. Esta cifra podría duplicarse en los próximos años debido a la epidemia de obsesidad y las formas de vida sedentaria acompañados de una alimentación demasiado rica en grasas y glúcidos.
Agencias