Más de 800 privados de libertad del penal ubicado en la ciudad mirandina de Guatire, manifiestan por los supuestos maltratos que ellos y sus familiares reciben de parte de los custodios
Desde tempranas horas de la mañana del día de ayer, los más de 800 privados de libertar recluidos en el internado judicial de El Rodeo III ubicado en la ciudad mirandina de Guatire, iniciaron una huelga de hambre y un grupo de ellos decidió coserse los labios como medida de protesta por los supuestos maltratos a los que ellos y sus familiares están sometidos por parte de los custodios, tal y como lo declaró uno de los reclusos -vía telefónica- a la periodista encargada de esta información.
Mientras los privados de libertad se encontraban en el interior del referido retén carcelario unos con los labios cosidos y la gran mayoría en ayuna, a las afueras de éste se encontraban sus familiares, los cuales no pudieron ingresar al internado debido a las restricciones en el régimen de visitas que se están evidenciando desde la semana pasada, pero de igual forma se apostaron desde tempranas horas allí para apoyar a sus seres queridos.
Por supuesto tiroteo
De acuerdo a lo relatado por uno de los privados de libertad al equipo de La Voz, desde hace casi dos semanas tanto ellos como sus parientes han sido blanco de represiones por la llegada de la nueva subdirectora del internado judicial, quien «supuestamente es la promotora de las diversas restricciones que atentan contra los derechos y beneficios de los más de 800 hombre que allí se encuentran».
Asimismo se conoció que a raíz de una balacera suscitada hace una semana atrás, la Guardia Nacional Bolivariana siguiendo instrucciones de la actual autoridad del penal interrumpió el pasado sábado la visita conyugal y desde entonces han tenido suspendida la misma, por lo que los reclusos de los cuatro pabellones «cansados» de esta situación decidieron iniciar ayer la referida huelga de hambre.
Exigen sus derechos
Entre las denuncias realizadas por el determinado recluso, resaltan «los maltratos físicos hacia ellos, las restricciones para el ingreso de agua y comida, la suspensión del servicio de luz, el estado de insalubridad en el que se encuentra el penal por falta de mantenimiento e incluso las inmensas necesidades que deben pasar por no contar con asistencia médica», aseveró el informante en cuestión.
De igual manera, uno de los protagonistas de esta situación mencionó que son muchos los hombres que se encuentran en este penal delicados de salud y no son atendidos ni en la enfermería ni trasladados a los respectivos centros asistenciales, por lo que piden a las autoridades que examinen este internado debido a que «supuestamente esta es una cárcel humanitaria pero aquí lo que menos se respeta es la humanidad de nosotros, puntualizó el recluso quien añadió además que lo que necesitan «es que la realidad de lo que se vive allí salga a la luz pública».
Hablan los familiares
Por su parte, las féminas que se encontraban a las afueras del recinto también declararon a La Voz que no se moverían del lugar hasta que la ministra Iris Varela hiciera acto de presencia en el lugar y otorgue los beneficios correspondientes a sus seres queridos que se encuentran privados de libertad en este penal.
Este grupo de mujeres denunciaron que sus esposos, hijos y hermanos constantemente son asediados y maltratados por el llamado «carro negro», equipo que «cada vez que llega al lugar causa destrozos en los pabellones y en las pertenencias de los reos». Adicional a ello, comentaron que la promesa del Ministerio de dotarlos de artículos de aseo personal, se cumplió una sola vez por lo que estos hombres ni siquiera pueden «asearse como debe ser debido a que tampoco les permiten el ingreso de esto».
De igual manera como medida de presión desde afuera, estas mujeres trancaron la calle principal de El Rodeo para así también ser escuchadas por las autoridades y los medios de comunicación, debido a que insisten que sus seres queridos no solo son maltratados sino que son víctimas del retraso procesal que reina en el país por lo que puntualizaron que «están resteadas con sus familiares».
Marien Daniela Sierra
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