Lo lamentable es que estos hechos relegan los asuntos de importancia a un segundo lugar y el debate se banaliza o se envilece. El ingreso de Venezuela a Mercosur ni siquiera se ha mencionado durante la campaña
Como suele ocurrir en las campañas electorales, en los últimos días los comandos van tensando la cuerda para conquistar a la pequeña franja de electores que no ha encontrado, hasta el momento, suficientes razones para votar por uno u otro candidato. Para arrastrarla, se ingenian las más variadas estratagemas, que van desde las demostraciones de fuerza, como grandes actos y movilizaciones, hasta la descalificación del adversario. Incluso los numerólogos, brujos y astrólogos tienen su papel para persuadir al segmento de los que se deciden a favor del que tienen más chance.
En este formato se inscribe la transmisión realizada por sectores de oposición del video del exjuez Eladio Aponte Aponte, en el que éste acusa a Chávez de la condena de los comisarios enjuiciados como parte del caso del golpe del 11 de abril. De la misma manera, la puesta en el aire en Venezolana de Televisión del video que muestra a un enviado del empresario Wilmer Ruperti haciendo entrega de una suma de dinero al diputado Juan Carlos Caldera, hace parte de los acontecimientos propios de la etapa de cierre. En este tipo de jugadas, que meticulosamente preparan los comandos de campaña, no importa tanto el fondo de lo que se dice o se muestra. Lo que cuenta es lo impactante de las imágenes o de las afirmaciones.
Ya en las semanas anteriores, cuando de soslayo se abordaron temas de mayor importancia, como los relacionados con la política militar del Estado venezolano y las propuestas programáticas, salieron también a relucir estas técnicas de la contra-propaganda. Desde el lado opositor, se mostró un supuesto documento de la Fuerza Armada Bolivariana en el que “se prohibía” a los integrantes de la Fuerza Armada Bolivariana seguir el mensaje televisivo dirigido a ellos por Capriles Radonski. Posteriormente, con el fin de contrarrestar la publicidad del candidato opositor sobre las misiones, desde el lado del candidato del Psuv se hizo la denuncia de la existencia de un “documento oculto” del programa de gobierno de la oposición.
Si sirve de consuelo, Venezuela no es el único país donde esto ocurre. En la actual carrera presidencial estadounidense, los comandos del candidato del Partido Demócrata, Barack Obama, y del Partido Republicano, Mitt Romney, ya han filtrado sus respectivos videos para descalificar al contrincante. Después de todo, las grandes agencias de publicidad son especialistas en las artes del escandalo, desde Londres a Tokio. Una escuela de marketing que tiene muy buenos discípulos en todas partes del mundo.
Lo lamentable es que estos hechos relegan los asuntos de importancia a un segundo lugar y el debate se banaliza o se envilece. El ingreso de Venezuela a Mercosur ni siquiera se ha mencionado durante la campaña. Tampoco se conoce cuáles son las propuestas de los candidatos para superar los problemas de gestión de la administración pública y de las empresas del Estado. La anécdota menuda, superficial, sustituye la reflexión sobre las materias determinantes y trascendentes.
Leopoldo Puchi