El Gobierno de Guyana acusó hoy a la Armada venezolana de detener en sus aguas a una embarcación de exploración petrolera operada por una compañía estadounidense, un incidente que calificó de «amenaza para la paz» en la región.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Guyana «condenó enérgicamente» este suceso, ocurrido en aguas disputadas entre ambos países suramericanos, que, según dijo, «no tiene precedentes en las relaciones» entre ambos países.
Según detalló, la fragata de Armada venezolana «Yakuana» ordenó el jueves al buque «RV Teknik Perdana» -bajo contrato con la estadounidense Anadarko Petroleum- que detuviera sus operaciones y se desviara a la Isla de Margarita, en Venezuela, donde aún permanece su tripulación.
«Para entonces ya quedó claro que el buque y su tripulación no solo estaban siendo escoltados fuera de las aguas de Guyana, sino que también estaban bajo arresto», afirma el Gobierno guyanés, que dice haberle comunicado ya a las autoridades de Venezuela su «grave preocupación» por este incidente.
Asegura tener «la intención de utilizar todos los medios pacíficos para facilitar el retorno a la situación anterior, ya que ni la fragata venezolana, ni los agentes de Venezuela, ni su Gobierno ni ningún otro Estado tienen facultad de ejercer cualquier acción en aguas territoriales de Guyana, su plataforma continental o su zona económica exclusiva sin su consentimiento expreso».
Siempre según la versión de Guyana, la embarcación realizaba un estudio sísmico del fondo marino bajo control guyanés cuando fue detenida el jueves por la Armada venezolana, alegando que se encontraban dentro de sus aguas territoriales.
Anadarko tiene una licencia de prospección de petróleo para buscar hidrocarburos en las aguas del estado guyanés de Roraima, en una zona económica exclusiva de Guyana, que, según sus autoridades, es donde se encontraba el barco en el momento del incidente.
«La tripulación a bordo de la fragata venezolana insistió en que el buque estaba haciendo esos trabajos en una zona económica exclusiva de Venezuela y pidió que el buque apagara sus motores y cerrara su equipo sísmico», asegura el Gobierno de Guyana en el citado comunicado.
Las autoridades guyanesas defienden que no cabe duda alguna de que la embarcación se encontraba en sus aguas y por ello consideran que el buque venezolano «actuó en contravención de las leyes de Guyana y el derecho internacional».
Según su escrito, «Guyana cree en la resolución pacífica de los desacuerdos entre Estados» y considera que ambos países «tienen tiempo suficiente para discutir cualquier diferencia» sobre fronteras marítimas. EFE