Algunos de los datos publicados hace unos meses atrás en este diario con respecto a este caso, originó que parte de la población tomara conducta inadecuada contra alguien que no tenía nada que ver con el presunto criminal ahora occiso
Tras la demanda interpuesta por la exjueza y abogada Eliade Margarita Isturiz en contra de la periodista de sucesos de La Voz, Marien Sierra, por las informaciones publicadas los días 30 de octubre y 3 de noviembre de 2012 en el que se hace referencia a su nombre en el caso del llamado «Monstruo del Tamarindo», se llegó a un acuerdo en la respectiva audiencia de conciliación ejecutada el pasado 18 de junio del presente año.
En vista de que la doctora Isturiz se vio envuelta en amenazas en contra de su integridad y la de sus familiares, quiero expresar que en ningún momento se intentó indicar en esas publicaciones que ella tenía algo que ver con los crímenes del ahora fallecido Oliver Antonio Medina Cedeño, quien hace más de 12 años violó y ultimó a la pequeña Michel Sarahí Salcedo (6) y en el mes de octubre del pasado año cometió el mismo crimen contra Franchesca Ruiz (5).
Hechos reales
Teniendo en cuenta lo antes expuesto, dejo claro a la población guarenera, que la referida abogada quien para ese entonces se desempeñaba como jueza del Circuito Judicial sólo cumplía con su deber, puesto que Medina Cedeño laboró y tuvo buena conducta por cierto tiempo lo cual legalmente conlleva a una rebaja de la pena la cual fue de tan solo más de siete meses, así quedó establecido en la causa número 1E-21-99 tomando en cuenta la Ley de Redención Judicial de la Pena por Trabajo y Estudio, de esa época.
Por otra parte quiero aclarar que la doctora Isturiz no fue quien dio la libertad al conocido «Monstruo de El Tamarindo» como al parecer muchas personas asumieron o interpretaron en los escritos pasados, puesto que de igual manera en su rol de jueza también negó ciertos beneficios al para ese entonces penado Medina Cedeño, resaltando que no sólo fue ella quien ejecutó la referida acción puesto que otros jueces cumpliendo con su deber y teniendo en cuenta los requerimientos cumplidos por Medina Cedeño, también otorgaron la redención.
Para finalizar es necesario resaltar que por ninguna circunstancia «debemos dejar llevarnos por la ira de la situación puesto que en medio de ésta el ser humano tiende a cegarse, lesionar o salpicar con sus acciones violentas a quien menos tienen que ver con determinado caso, por lo que es determinante que mantengamos un equilibrio para evitar dañar a inocentes».