El dalái lama Tenzin Gyatso, líder espiritual tibetano en el exilio, confía en poder reunirse pronto con el papa Francisco, a quien cree haber conocido en alguna ocasión durante alguna de sus visitas a Argentina.
«Espero verlo en el futuro, tal vez el próximo año», dijo el dálai lama en una entrevista que hoy publica el diario Reforma a propósito de la visita que realiza a México, que concluirá el próximo miércoles en la ciudad de Zacatecas.
A pregunta expresa de qué pensaba de Francisco, el dalái lama, de 78 años, comentó que nada más había «escuchado de él» y no se extendió en su respuesta.
Sin embargo, se mostró interesado en reunirse con el pontífice, casi de su misma edad pues el líder religioso tibetano nació en 1935 y Francisco en 1936.
Sobre su visita a México, la cuarta a este país y en la que no será recibido por ningún funcionario del Gobierno federal, explicó que no había venido «a promover los asuntos del Tíbet».
«Es algo más simple. Es compartir cómo nuestras experiencias comunes nos pueden dar un estado de paz mental. Y cómo manejar episodios de ira, apego y miedo», señaló.
A las decenas de miles de víctimas de la violencia que hay en México, el líder espiritual tibetano les pidió tener «confianza en sí mismos: enfrentar las cosas con valor y mirarlas con una visión a largo plazo».
«Un evento triste te desmoraliza y te desmotiva, lo cual es el verdadero peligro. No deben sentirse así porque esto acarrea más problemas y situaciones tristes», apuntó.
El premio nobel de la paz de 1989 recurre al ejemplo de lo sucedido en el Tíbet y cómo él mismo afrontó la situación, en un primer momento como dirigente político y desde su retirada de esa función en 2011, como un líder espiritual nada más.
«En esos sesenta años hubo muchas dificultades, pero nunca perdí la esperanza ni la fe. Siempre las mantuve. Cuando más grande es el reto, mayor debe ser el entusiasmo», comentó.
Hoy defiende su separación de los temas políticos y la lucha por que Tíbet desarrolle una plena democracia, y sostiene que la base de su vida es «la preservación de la cultura tibetana y de los valores humanos».
Entre lo que más le preocupa, mencionó la muy extendida creencia de que «mientras más cosas materiales tienes, más exitoso y feliz eres».
«Eso es totalmente equivocado», agregó el líder espiritual budista, quien repudia especialmente que esos valores espurios han encontrado cobijo en los sistemas educativos.
EFE