El antesalista venezolano Miguel Cabrera recibe el reconocimiento de todas las grandes ligas por jugar con dolores
Cuando Miguel Cabrera conectó jonrón de dos carreras en el decisivo juego número cinco de la Serie Divisional entre los Tigres y los Atléticos el jueves pasado, fue su primer bambinazo desde el 17 de septiembre y apenas su tercer extrabase en sus 100 turnos anteriores.
Desde entonces, el venezolano ha dado otro cuadrangular, que fue el domingo en el juego dos de la Serie de Campeonato de la Liga Americana ante los Medias Rojas.
Todo el mundo sabe que el toletero sigue con los dolores resultantes de lesiones en el abdomen, la ingle y la cadera que lo afectan desde hace varias semanas. Sin embargo, con dos cuadrangulares en sus últimos tres partidos -además de otro batazo a lo más profundo del Fenway Park el domingo, que fue atrapado- por lo menos ha habido señales de un aumento de poder en la caja de bateo.
«Creo que está mejor», dijo el mánager de los Tigres, Jim Leyland. «Hay días en que se ve un poco mejor, y creo que (en el juego dos en Boston) estuvo mejor».
Al maracayero se le nota una mirada de dolor cuando corre. Pero eso no evitó que cubriera mucho terreno para hacer una buena atrapada cerca de las gradas del Fenway Park en el segundo choque de esta serie. Y por supuesto, el simple hecho de estar en el lineup significa mucho en las aspiraciones de Detroit; aún si no está en plenas condiciones.
«Creo que es todavía el mejor bateador del mundo, aun sin estar al 100%. Con un 80% lo veo con esa diferencia (por encima de los demás)», dijo el derecho Justin Verlander, abridor de los Tigres para el Juego 3 el martes contra los Medias Rojas. «Por un tiempo estuvo al 50, 60%, pero seguía en nuestro lineup y como tercer bate. Eso dice mucho».
Esta versión de Cabrera se ha ido de 4-1 en seis de los primeros siete partidos de estos playoffs, con la excepción del juego uno en Boston el sábado, encuentro en el que bateó de 3-1.
De paso, ha extendido a 31 su cadena de partidos de postemporada embasándose, un récord de Grandes Ligas.
En sentido general, lleva promedio de .259 (27-7) con dos jonrones, tres anotadas, cuatro empujadas y OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .792 en los playoffs de este año.
No son números típicos de «Miggy», por supuesto. Pero tomando en cuenta las circunstancias, es una actuación notable.
Su cuadrangular en Oakland fue la primera vez que Cabrera haló la bola con fuerza en este mes. Además, se le ha visto con más batazos largos en las prácticas de bateo, algo que indica una especie de mejoría.
Pero está claro que habrá que esperar hasta el 2014 para ver al Miguel Cabrera que ganó la Triple Corona de bateo en la Americana en el 2012 y que luchaba por repetir la hazaña este año, antes de verse frenado por las lesiones.
«No va a llegar a estar al 100% para esta temporada», afirmó Leyland. «Y espero que nos quede mucha temporada».
De su parte, el mismo Cabrera casi nunca habla de los dolores y en ocasiones se ha molestado al escuchar las incesantes preguntas sobre el particular, limitándose a decir que «ahora no es el momento para quejarse».
Pero sus compañeros están plenamente conscientes del sacrificio que hace por el equipo en ese sentido.
«Realmente todos tenemos que quitarnos el sombrero ante tal situación, ya que él lo ha hecho no tanto por sus números, sino por el equipo», dijo antes de arrancar estos playoffs el abridor de Detroit y compatriota de Cabrera, Aníbal Sánchez. «Ver el nombre de él en el lineup da mucho de qué pensar al otro equipo».
Ramón Santiago, utility de los felinos que con frecuencia ha sustituido a Cabrera en la antesala en los innings finales de los partidos, también expresó el consenso del equipo este mes. «Eso te dice que el tipo es un batallador que siempre viene al play a jugar pelota», dijo el dominicano. «Quiere estar en el terreno ayudando al equipo».
Desde hace tres meses
El venezolano se ha visto limitado desde hace dos o tres meses -dependiendo de quién lo diga- por dolores en la ingle y el abdomen. Dichas molestias no parecieron frenar la producción de Cabrera hasta septiembre, cuando el toletero disparó un solo jonrón y tuvo slugging de apenas .333.
Con varios días de descanso desde la última serie de los Tigres en la temporada regular el fin de semana pasado, Cabrera ha mostrado alguna mejoría en la Serie Divisional de la Liga Americana.
«Ojalé esté al 100% para la hora del juego (del viernes)», había dicho Cabrera en el O.co Coliseum antes del inicio de la serie. «Me he sentido mucho mejor durante el último par de días».
Pero no es así. La verdad es que Cabrera no ha querido revelar mucho sobre los dolores que ha sufrido desde mediados de la campaña y que le acompañan en la Serie de Campeonato.
Lo expresado por el mánager de Detroit, Jim Leyland, da una idea más realista de la situación.
«Puede jugar pero no está al 100%», dijo el piloto veterano. «Está limitado, obviamente, pero creo que está un poco mejor. A lo mejor estos últimos días (de descanso) lo ayudaron».
Desde hace varios años, todo el mundo habla en términos superlativos acerca de las hazañas de Miguel Cabrera. Pero tomando en cuenta lo que tuvo que soportar a nivel físico, lo logrado en el 2013 puede calificarse como clase aparte.
A pesar de los dolores y el declive en su producción en septiembre, el venezolano tuvo otra temporada para el recuerdo. A sus 30 años, Cabrera conquistó su tercer título de bateo en forma consecutiva con .348. Y se quedó corto en su intento de ganar una segunda Triple Corona seguida al terminar segundo en jonrones (44) y empujadas (137) en la Liga Americana, detrás de Chris Davis.
De cualquier forma, Miggy fue líder de Grandes Ligas en porcentaje de embasarse con .442, slugging con .636 y OPS (porcentaje de embasarse más slugging) con 1.078.
Muchos de esos números se lograron con Cabrera bien adolorido en julio y agosto, antes de que en septiembre conectara apenas dos extrabases. Para los compañeros del venezolano, dicha producción no fue algo que haya pasado desapercibido en medio de una lucha por la clasificación.
El infielder dominicano de Detroit, Ramón Santiago, habla de lo mucho que aporta el venezolano. «Él ha batallado los últimos dos meses con esa lesión, ha jugado y creo que lo ha hecho bien. Hubo situaciones en las que no pudo correr, pero creo que el descanso le cayó bien en estos. Se ha visto mejor”.
Sin embargo, lo más importante a esta altura es la fuerza que genera Cabrera con las piernas y la cadera, algo que claramente estuvo ausente en el mes de septiembre.
«Durante un tiempo fue difícil para Miguel usar la parte inferior del cuerpo para batear; la mayoría de los buenos bateadores usan la parte inferior y él lo hace tan bien como cualquiera. Creo que eso sí lo limitó por un tiempo”.
«Creo que es todavía el mejor bateador del mundo, aun sin estar al 100%. Con un 80% lo veo con esa diferencia (por encima de los demás). Por un tiempo estuvo al 50, 60%, pero seguía en nuestro lineup y como tercer bate. Eso dice mucho»
Justin Verlander
David Venn / lasmayores.com