El chavismo quitó el derecho a hablar en el Parlamento a diputados opositores por segunda vez en seis meses, en una decisión que la oposición calificó de «burla» y cuestionará en la Justicia.
En un nuevo frente de conflicto al interior de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento unicameral), el chavismo impuso su mayoría parlamentaria para sancionar a los diputados opositores Julio Borges y Nora Bracho con el retiro de su derecho de palabra por 30 días.
Ambos fueron acusados por una comisión de mayoría chavista de faltarle el respeto al presidente del país, Nicolás Maduro, al supuestamente proferir gritos y gestos en su contra cuando el mandatario pedía el martes pasado en el pleno del Parlamento poderes especiales para gobernar por decreto.
Además, el presidente de la AN, el oficialista Diosdado Cabello los acusó de tener una conducta «recurrente y peligrosa» y les recomendó «ir al médico» para someterse a exámenes psicológicos y psiquiátricos. «A partir de este momento quedan suspendidos al derecho de palabra por 30 días los diputados Julio Borges y Nora Bracho por conducta irrespetuosa y por la violación del reglamento (interno)», dijo Cabello durante la sesión plenaria de hoy.
La sanción fue aprobada sin debate siguiendo las recomendaciones efectuadas la semana pasada por una comisión conformada para analizar la conducta de ambos legisladores. Cabello afirmó que la comisión vio vídeos sobre el supuesto comportamiento de los diputados y cargó especialmente las tintas contra Borges.
Borges fue enfocado el martes pasado por las cámaras del canal de la Asamblea, único medio autorizado para transmitir las sesiones, en varias oportunidades pidiendo derecho de palabra y haciendo gestos de desaprobación a las palabras de Maduro.
El parlamentario, que pertenece al partido del líder opositor Henrique Capriles Primero Justicia, rechazó las acusaciones en su contra. «Cuando (el fallecido Hugo) Chávez fue a la AN levanté la mano y me escuchó. Esta vez me quieren castigar», dijo Borges en su cuenta de Twitter poco antes de la sesión, que abandonó tras la votación.
Borges recibió también el apoyo de Capriles, quien se pronunció sobre el caso desde Twitter. «Apoyo a ntros Dip @NoraBracho y @JulioBorges Más razones para seguir diciendo la verdad!La verdad los tiene locos y no podrán callarla! (sic)», dijo el líder opositor.
La oposición reaccionó anunciando que denunciará a Cabello ante la Justicia por abuso de poder en relación con este caso y presunta corrupción durante su anterior cargo como gobernador del estado de Miranda.
«Vamos a acudir ante la Fiscalía General de la República a denunciar al diputado Diosdado Cabello», dijo a Efe la diputada Dinorah Figuera, jefa de la bancada parlamentaria de Primero Justicia.
Figuera señaló que en la denuncia se acusará a Cabello, que anunció las sanciones, por «el abuso de poder que se acaba de consolidar con esta decisión». Además, anunció que se solicitará a la Fiscalía que investigue «más de 17 denuncias por corrupción» presentadas en su contra por su gestión en la gobernación de Miranda.
Según la diputada, el abuso de poder se configura porque no se dio derecho de defensa a los parlamentarios sancionados, Julio Borges y Nora Bracho. «Es una burla para el país que este tipo de atropello se esté desarrollando en una escalada sistemática de persecución, de criminalización (…) en un momento donde el pueblo venezolano quiere que se discuta la inflación, el desabastecimiento, la inseguridad», dijo Figuera.
Esta no es la primera vez que el chavismo retira el derecho de palabra a diputados opositores. Ya en abril pasado, en plena crisis política luego del ajustado resultado de las elecciones presidenciales, Cabello decidió unilateralmente prohibir la palabra a los diputados de la oposición hasta que reconocieran a Maduro como presidente.
El propio Borges fue blanco además a fines de abril de una agresión física durante una pelea en la Asamblea que le dejó visibles daños en su rostro. EFE