Hace poco el personal del plantel presentó un proyecto ante la Fundación de Edificaciones Educativas, con la idea de que pronto se tomen cartas en el asunto
Actualmente se ha agravado la situación en los espacios de la Escuela Básica Nacional «Laudelino Mejías» de Guarenas, en el estado Miranda. Las peticiones realizadas por padres y representantes, así como por el personal directivo y docente de la institución aparentemente no han hecho el peso necesario para que de una vez y por todas se atienda la emergencia que afronta la infraestructura que data de casi 50 años.
Aulas que
se inundan
No es la primera vez que se habla acerca de este tema. De hecho, en los últimos años el problema del que son víctimas directas los más de mil estudiantes que hacen vida en este plantel, ubicado en la avenida «Jesús Ramón Farias» de la urbanización Los Naranjos de esta misma localidad, ha sido dado a conocer a través de los medios de comunicación social de la zona en intentos por captar la atención de los autoridades.
Y en parte el esfuerzo ha valido la pena. Hasta ahora se capta la atención de la Alcaldía de Plaza, que en reciente Asamblea de Padres y Representantes envió a un representante a los fines de prestar atención a las medidas que ha decidido tomar la directiva de la institución, en aras de garantizar el año escolar 2013-2014.
Sol Mendoza, coordinadora de la escuela, informó que en esa oportunidad se acordó plantear ante el Fede la necesidad de solventar irregularidades con el sistema eléctrico y el techo de varias aulas que por presentar huecos e inperfecciones, se inundan cuando llueve.
«Ya hemos sido víctimas del hampa en muchas ocasiones. De ahí deviene la falta de luz, pues han roto el cableado y para este año escolar no había energía eléctrica. Solicitamos la intervención de Corpoelec, cuyos funcionarios arreglaron el problema a nivel de los salones e instalaciones de educación primaria. Sin embargo, las aulas de bachillerato tienen el techo dañado y hasta tanto este no se sustituya, no se pueden instalar los cables que activarán el servicio», refirió Marisol Navas del personal administrativo.
Activaron horario
de contingencia
En la misma asamblea vale destacar que hizo acto de presencia una representante del candidato a la Alcaldía de Plaza Rodolfo Sanz, con el propósito de escuchar las necesidades de la comunidad educativa.
«El Distrito Escolar se ha mantenido atento. Comenzamos las clases el 30 de septiembre con la población que va desde 1ero a 6to grado. Luego, el 4 de octubre arrancó bachillerato en horario de contingencia, pero por ser este lapso corto, no pudimos mantenerlos y ahora están viniendo todos los días», agregó Mendoza.
Proyecto ante Fede
Ya la escuela con unos 12 mil metros cuadrados de terreno cumplió su vida útil. Ahora queda remodelarla y devolverle los aires de novedad que la dominaban hasta hace 8 años cuando comenzó esta pesadilla. Una parte del plantel tiene luz mientras que la otra. El mal estado de los baños empeora el panorama. En fin; todo el personal dice que no se está para pañitos calientes. sino para soluciones definitivas.
«En consonancia con todo esto, presentamos un proyecto ante la Fundación de Edificaciones Educativas (Fede), mediante el cual planteamos en detalles las necesidades de la escuela nacional Laudelino Mejías, que absorbe la población escolar y la matrícula de los complejos urbanísticos que van creciendo en la zona. El documento contempla detalles como filtraciones en placa, paredes y colapso de tuberías. Queremos que se analice la construcción de una nueva estructura. Sólo estamos usando 4155 metros cuadrados de los 12 mil con los que cuenta toda la institución. Estamos a la espera de respuestas», concluyó Sol Mendoza, del departamento de evaluación.
Yohadi Arteaga
yohaarteaga@gmail.com