El conjunto de Atlanta está nuevamente en su hábitat natural (la postemporada), donde pretenden revivir grandes momentos del pasado
Esta vez, los Bravos de Atlanta preservaron su ventaja y se aseguraron un viaje a los playoffs, cuando todavía resta bastante tiempo en la campaña. Y la sensación no podría ser más dulce para su astro emblemático Chipper Jones, quien está por retirarse.
Freddie Freeman empalmó un jonrón de dos carreras en al noveno episodio para que los Bravos aseguraran su regreso a los playoffs, al vencer el martes 4-3 a los Marlins de Miami.
El garrotazo de Freeman frente a Mike Dunn garantizó que los Bravos tendrán al menos un boleto de comodín en la Liga Nacional, un año después de que dejaron escapar una gran ventaja en la lucha por ese pase, tras varios tropiezos en septiembre.
«Este año tomamos al toro por los cuernos», dijo Jones. «Somos ambiciosos. Seguiremos siéndolo en busca de ganar la división hasta que todo se defina».
Jones, quien planea retirarse al final de esta campaña, abrió el noveno inning con un doblete. Avanzó a la antesala en un lanzamiento descontrolado de Dunn (0-3) y anotó cuando Freeman conectó su 22do vuelacerca de la campaña, poniendo la pelota encima del muro del jardín central.
«Nunca hubo dudas», dijo Jones durante la celebración en la casa club. «Sabíamos que el año pasado había sido una especie de derrumbe».
Craig Kimbrel (3-1) resolvió una entrada sin admitir carreras para que los Bravos ganaran por 22da ocasión consecutiva un juego abierto por Kris Medlen. Es la mayor racha de este tipo en las mayores desde que los Yanquis de Nueva York hilaron también 22 victorias en fila durante partidos abiertos por Whitey Ford, en 1950 y 1953.
El colapso del año pasado seguía fresco en la memoria de Medlen.
«En realidad, no puedes ganar consistentemente hasta que pasas por la derrota», dijo Medlen. «La derrota es una parte importante para adquirir la capacidad de ganar».
El regreso a los playoffs ayuda a borrar parte de la frustración de la temporada anterior para los Bravos, que dejaron escapar una ventaja de ocho juegos y medio en la lucha por el comodín y finalizaron septiembre con una foja de 9-18. Se perdieron la postemporada después de uno de los derrumbes más estrepitosos en la historia del beisbol.
Este año, Atlanta navegó con mayor tranquilidad y amarró el boleto cuando resta más de una semana de la campaña regular. Y los Bravos tienen todavía una oportunidad de alcanzar a Washington, el líder de la División Este de la Liga Nacional. Se acercaron a cuatro juegos de los Nacionales, que cayeron 6-3 ante los Filis de Filadelfia, cuando restan ocho encuentros por disputar.
George Henry/AP