Continuando su recorrido por el estado Anzoátegui, el líder de la unidad nacional, Henrique Capriles, llegó al municipio Guanta, donde en compañía del candidato a alcalde, Israel Caraballo, caminó desde la calle La Picha hasta La Anzoátegui. Al finalizar el recorrido, Capriles llamó al pueblo a expresar, con su voto, toda la indignación que siente por lo que está ocurriendo en el país. “El gobierno quiere que estas elecciones se enfríen. Están calladitos, porque quieren que estos comicios pasen por debajo de la mesa, pero el 8 de diciembre tenemos que expresar lo que estamos sintiendo en nuestro corazón. La fuerza democrática que somos nosotros, se impondrá organizándonos, participando y cuidando los votos, para después cobrar”.
Capriles, quien fue recibido por una multitud que coreaba ¡sí se puede!, aseveró que no descansará hasta que se dé un cambio en el país. “Maduro quiere un país muy distinto al que quieren ustedes. Maduro quiere un país en crisis, nosotros un país de progreso. En Guanta forraron las casas con afiches del otro candidato y seguramente una semana antes de que se hagan las elecciones, vendrán a regalar neveras, lavadores y alimentos. Yo les digo póngase su franela roja y busque la nevera, pero el 8 de diciembre vaya y vote por el cambio. Vote por el progreso. Ellos (el gobierno) controlan todo, pero no se hacen responsables de nada. Ahí está, expropiaron las fábricas de cemento y ahora nadie consigue cemento y si lo consiguen igual no lo pueden comprar, porque los precios están altísimos. También hablan de nacionalismo y les regalan nuestros recursos a otros países. Nosotros sí creemos en el talento de los venezolanos”.
Antes de su visita a Guanta, Capriles también recorrió los municipios Peñalver y Píritu de la entidad anzoatiguense, en compañía de los candidatos a alcaldes Francisco José González y Fabio Canache, respectivamente. Desde allí insistió en que los comicios municipales determinarán lo que ocurrirá en 2014.
“Si ellos llegarán a ganar en diciembre, los problemas se agudizarían, porque el proyecto de Maduro es desabastecimiento, escasez e inflación. Ellos hablan de un gobierno de calle y es puro cuento. No hay un rincón de Venezuela donde el pueblo no esté sufriendo por la crisis y él (Maduro), lo único que dice es que es el hijo de Chávez. Controlan todo, carreteras, aeropuertos, divisas, industria petrolera y dicen que no son culpables de nada. Cuando las cosas no funcionan, hay que cambiarlas. Esto gobierno es la improvisación al máximo, no saben resolver los problemas y dicen que la culpa es mía. No le tengo miedo a las amenazas de los corruptos. A los corruptos los enfrento”.
Explicó que el 8 de diciembre, los venezolanos no escogerán solamente alcaldes y concejales. “La inconformidad hay que expresarla en votos. Es un voto de protesta, que haga sentir que el país necesita un cambio. La mesa está servida para ganar. El 8 de diciembre en la noche habrá cambio. Las cadenas y las amenazas no nos van a poner de rodillas, ni nos dan miedo. En estos días entregarán camiones de neveras, cocinas, la comida empezará a aparecer, ¡ustedes verán! Agarren todo eso, pero el 8 de diciembre recuérdenle a ellos que el pueblo ni se compra ni se vende”.