El secretario general nacional de Unidad Visión Venezuela, Omar Ávila, denunció que la suspensión de asignación de divisas para estudiantes en el extranjero y viajeros a partir de diciembre no representa la solución a la “olla de corrupción” que existe dentro de la Comisión de Adquisición de Divisas (CADIVI). “Si bien es cierto que existen personas inescrupulosas que han utilizado como negocio el control de cambio y la disponibilidad de divisas para turismo en el exterior, condenamos la forma en la cual se nos quiere hacer ver que es a través de esta práctica como se ha dilapidado las reservas del país, porque la asignación por esta vía no llega ni al diez por ciento de las divisas que se otorgan anualmente”.
Ávila explicó que los venezolanos esperan respuestas sobre los casos de corrupción dentro de CADIVI denunciados por el propio presidente Nicolás Maduro. “CADIVI es un monstruo creado por el Gobierno Nacional, y ahora, luego de 10 años nos dicen que no ha funcionado y que está plagado de corrupción. Pues entonces investiguen y no sancionen a los venezolanos de a pie que tienen poco o nada que ver con los grandes guisos rojos”.
“Esperamos que se conozcan las empresas de maletín que han estafado esta institución, queremos castigo para quienes importan comida y no la distribuyen por el simple hecho de aspirar obtener ganancias, necesitamos que se responsabilice a quienes han sido cómplices de estas prácticas o incluso partícipes de las mismas” aseguró.
En el país de las maravillas
“El hecho de que la Fiscalía investigue y solicite que periodistas declaren a raíz de informaciones publicadas, es un paso más a la tan terrible hegemonía comunicacional que esta clase política rojo rojita pretende imponer en el país” dijo Ávila sobre la investigación que se realiza al diario 2001 en los últimos días.
Indicó que esta medida representa la desconexión que tiene con los problemas diarios de los venezolanos el actual gobierno. “La falta de disponibilidad de cierto tipo de gasolina, las colas que se producen en varias estaciones de servicio en el país, la disposición de chips regulatorios en zonas fronterizas, son realidades cotidianas, que ponen en la mesa otra realidad aún más delicada desde el punto de vista sociopolítico, que es la inexistencia de contacto real con los conflictos cotidianos del venezolano por parte de los altos funcionarios del Estado”.
“La falta de papel periódico en el interior del país, el amedrentamiento a periodistas y medios de comunicación, siguen siendo esfuerzos para tratar de establecer un sistema de propaganda que haga creer a los venezolanos que estamos en el país de las maravillas. Sin embargo, la realidad siempre termina imponiéndose” finalizó.