Uno de los violines que sonaba cuando el Titanic se hundió se vendió por 900.000 libras (1,1 millones de euros) en una subasta el sábado, un precio récord por un recuerdo del crucero naufragado.
El director de la banda Wallace Hartley tocó el instrumento, tratando de calmar a los pasajeros mientras el barco se hundía en las aguas heladas del Atlántico Norte en abril de 1912 tras colisionar con un iceberg durante su viaje inaugural de Southampton a Nueva York.
La banda de Hartley tocaba el himno «Nearer, My God, To Thee» mientras los pasajeros subían a barcos salvavidas. Hartley y sus siete compañeros músicos murieron tras elegir continuar tocando. Más de 1.500 personas fallecieron. Cuando el cadáver de Hartley fue recuperado más de 10 años después del naufragio, el violín fue hallado en una funda de cuero atada él, según la leyenda que se ha formado en torno al suceso.
Fue entregado a la prometida de Hartley, Maria Robinson, en Inglaterra y cuando ésta murió en 1939, fue donado a su banda del Ejército de Salvación y luego continuó pasando de manos hasta que llegó a su actual dueño, cuyo nombre no ha sido revelado.
El violín, de fabricación alemana, cuenta con una placa con una inscripción: «Para WALLACE con motivo de nuestro compromiso. MARIA».
Vendido con su funda, con las iniciales W.H.H, el violín estaba tasado en unas 300.000 libras, dijo Chrissie Aldridge, de la casa de subastas Henry Aldridge and Son. «Es un récord», dijo a Reuters tras la subasta. Cuando se le preguntó quién compró el instrumento sólo dijo: «Un coleccionista británico»
El violín fue encontrado de nuevo en 2006, pero tuvieron que intervenir expertos en ciencia forense durante años para comprobar su autenticidad. No obstante, hay personas que siguen dudando de que el violín sea auténtico, al creer que no podría haber superado el estar sumergido en agua marina.
Reuters