La ira vecinal se desató ayer en el sector San Isidro, tras el arresto que hizo la Guardia Nacional Bolivariana de 20 personas a las que acusó de saqueadoras. A tal nivel de tensión llegó la situación que un sacerdote, Aroldo Rojas, se presentó en el sitio para calmar los ánimos y mediar entre las autoridades y los habitantes de la zona, que habían quemado basura y bloqueado vías para exigir la liberación de los detenidos.