Si usted piensa que las calles en las ciudades están congestionadas y mal planeadas, considere el aire que las rodea. Está lleno de datos que vienen de los teléfonos, antenas de radio, señales inalámbricas de internet, bluetooth, hasta el control remoto del garaje.
Nuestras vidas se han abarrotado tanto con los datos que está llegado a un punto conocido como el «spectrum crunch» o la saturación del espectro, que significaría la paralización de las redes de comunicación.
¿Todavía podemos encontrar una salida para evitar este apocalipsis de los datos?
El mayor problema es que todos los días, millones de equipos usan el espectro de radio para enviar y recibir datos. Cuando este espectro fue dividido en un principio entre diferentes usuarios, las autoridades lo hicieron como si fuera un terreno baldío.
Las franjas fueron asignadas para diferentes usos, incluyendo radio, televisión, navegación astronómica, servicios de orientación marítima y aeronáutica, comunicación militar y, por supuesto, telecomunicaciones.
Sin embargo, algunas de esas industrias crecieron mucho más rápido que otras. Mientras la parte entregada al servicio militar está un poco menos que inutilizada, la zona reservada a las telecomunicaciones está a punto de explotar.
Demanda excesiva
La situación para las telecomunicaciones se complicó mucho más en 2012, cuando Londres afrontó por primera vez la posibilidad real de que su red de comunicaciones fallara por un exceso de carga.
Esto tiene una razón: nuestra demanda excesiva por los datos, que ha crecido en los últimos años. Ofcom y otros reguladores en el mundo están preocupados.
«Hay un gran riesgo de que el espectro de las telecomunicaciones colapse en 2020», le dijo a la BBC Simon Saunders, director de tecnología de Real Wireless, una consultora independiente en Reino Unido.
Y añadió: «Si no se corrige en el corto plazo, en áreas locales con una gran demanda se correrá el riesgo de que todo comience a andar muy lento».
Previniendo el colapso
Muchos gobiernos, entonces están buscando salidas para aliviar el problema antes de que la señal de conexión inalámbrica de nuestros equipos comience a fallar.
Hasta ahora, la principal estrategia ha sido encontrar más espectro. No es fácil. Siendo un recurso limitado, no podemos crear otra zona del espectro como podemos ganarle terreno al mar.
En vez de eso, la idea es reorganizar la repartición de las zonas de los espectros. Pero esta solución involucra a los actuales dueños y eso no es un tema que se pueda tomar a la ligera.
¿Qué es la internet de las cosas?
La internet de las cosas es la definición de la red o interconexión que existen entre los objetos que rodean al ser humano. Aunque en principio es una idea fácil de concebir, su realización es bastante compleja: cada objeto debería tener un aparato que les permita conectarse entre sí.
El jean que envía tuits o las motos que se conectan a nuestro teléfono son ejemplos de lo que ha sido denominado la internet de las cosas. Se calcula que a cada ser humano lo rodea un promedio de 5.000 objetos.
Actualmente el protocolo de internet (Ipv4) no permite este tipo de conexiones globales, sin embargo es posible que futuras aplicaciones sí logren hacerlo.
Muchos de los países lograron descongestionar su espectro cuando cambiaron a la televisión digital, la cual liberó casi 800 MHz de banda que antes había sido utilizada para la televisión análoga. Pero ese cambio exigió que todos los televisores fueran adaptados al nuevo sistema o reemplazados.
Vender el espectro inutilizado
El organismo encargado de la regulación del espectro electromagnético, el Sindicato Internacional de las Telecomunicaciones, discutirá el problema en la Conferencia Mundial de Radio que se realizará en Ginebra en 2015. Lo más posible es que en esa ocasión la mayoría de los miembros señalen otras partes del espectro que quieran que se liberen para ampliar la banda de las telecomunicaciones.
Algunos países están trabajando en el tema. En Reino Unido, Ofcom está negociando con el Ministerio de Defensa para que venda parte del poco usado espectro militar. En 2012, la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC por sus siglas en inglés) aprobó un plan para impulsar a los dueños de las emisoras a vender la parte de su espectro que estuvieran subutilizando.
La primera de esas subastas se realizará en enero de 2014, cuando se espera que se vendan 10 MHz de banda «H» por US$1.560 millones de dólares. Sin embargo, solo hay algunas zonas que se puedan apropiar o vender. «Es posible que podamos duplicar el espectro en los próximos diez años, pero no será suficiente para satisfacer la demanda», advirtió Saunders.
Estableciendo prioridades
En un reporte publicado este mes, Ofcom advierte que la demanda de datos en Reino Unido puede incrementarse 80 veces en los próximos 20 años, especialmente por el aumento de la telefonía móvil.
¿Hay otras opciones? Actualmente, los proveedores de servicios móviles están realizando complejas gestiones de tráfico de datos para asegurar una señal estable. Una de ellas es conocida como «estrangulamiento de datos» (throttling data), que consiste en limitar la cantidad de datos que se usan en tiempo real.
Pero esa estrategia solo funciona con usos de bajo impacto, por ejemplo cuando las llamadas telefónicas se priorizan sobre el video streaming.
Este sistema de regulación mantiene una conexión segura y evita la caída de las llamadas, pero reduce el ancho de banda disponible para cada persona. Tal vez esto no sea aceptable si usted espera –y paga por- un servicio de conexión de datos confiable y de alta velocidad.
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