El ministro brasileño de Deportes, Aldo Rebelo, dijo hoy que no cree que haya protestas durante la Copa del Mundo de Fútbol de 2014 como las que ocurrieron en la Copa Confederaciones de junio pasado, cuando el movimiento Passe Livre marchó contra el alza de las tarifas del transporte público.
Rebelo hizo estas declaraciones en una rueda de prensa en Sao Paulo en la que explicó varios aspectos relativos a la organización del Mundial, y aseguró que las obras pendientes «se finalizarán, en su mayoría, a tiempo» aunque «una minoría estarán listas para los meses siguientes», ya después del campeonato.
Asimismo, Rebelo también fue preguntado por un posible atentado del Primer Comando de la Capital (PCC), el mayor grupo del crimen organizado del país y que controla el 90 por ciento de las cárceles del estado de Sao Paulo, quien prometió una «copa del terror» si sus cabecillas presos eran trasladados de centro penitenciario.
«El sistema de seguridad debe considerar todas las posibles amenazas y riesgos, nuestras fuerzas serán entrenadas y estarán preparadas», subrayó el ministro, que recordó el atentado de los Juegos Olímpicos de Munich contra el equipo olímpico israelí que dejó 17 muertos, y dijo que Brasil «no dejará de tener en cuenta ninguna advertencia».
Al respecto de posibles protestas, pacíficas y violentas, Rebelo apuntó a que «no habrá manifestaciones sino apoyo al evento» por parte de los ciudadanos brasileños, quienes participarán «en un ambiente de fiesta» con la llegada de selecciones y turistas.
«Será un momento de confraternizar, la gente que tenga que protestar no lo hará en ese momento, las manifestaciones no encontrarán su clima», aseguró.
Además, señaló que las fuerzas de seguridad del Estado «pueden controlar la violencia» del grupo Black Bloc, que defiende el uso de la violencia en las protestas, y que en los últimos meses acudió a diversas manifestaciones pacíficas para provocar enfrentamientos con la policía.
Por otro lado, el titular de Deportes aseguró que las obras de construcción de los estadios e instalaciones deportivas, así como las de movilidad urbana tales como aeropuertos, metro o líneas de autobuses, «se finalizarán, en su mayoría, a tiempo» para la Copa del Mundo.
No obstante, aceptó que «algunas de ellas, una minoría» no serán terminadas hasta unos meses después del torneo, aunque alegó que «éstas serán el legado para los ciudadanos» que «llegará y quedará para el pueblo».
Rebelo también habló del tráfico, uno de los posibles problemas durante los partidos en el Mundial, e informó de que «si fuese necesario, existe una normativa por la que estos días pueden hacerse festivos» y así, mejorar la movilidad y el acceso a los estadios.
EFE