BERLIN. Una expedición al Tíbet respaldada por los nazis regresó a Alemania en 1938 con una antigua estatua budista que fue esculpida en un meteorito, informaron investigadores.
Científicos de Alemania y Austria determinaron los orígenes de la efigie de 10,6 kilogramos (23,4 libras) mediante análisis químicos.
La composición indica que proviene del meteorito férreo Chinga que se estrelló en la frontera entre Rusia y Mongolia hace 15.000 años.
El meteorito fue descubierto oficialmente en 1913, pero Elmar Buchner, de la Universidad de Stuttgart, en Alemania, dijo el jueves que la estatua podría tener 1.000 años de antigüedad.
La investigación fue publicada en el número actual de la revista Meteoritics and Planetary Science (Meteorítica y Ciencia Planetaria).
AP