Normalmente, muchas mujeres embarazadas suelen preocuparse por cómo lucirán sus cuerpos una vez que hayan nacido sus bebés. Su mayor deseo es recuperar rápidamente sus antiguas figuras. Para lograr este objetivo, es importante que las madres recientes no tomen medidas estéticas apresuradas que puedan resultar contraproducentes para su salud. Por ello, el descanso y la adaptación a los cambios corporales producidos por el nacimiento del infante son importantes en esta nueva etapa.
Durante el embarazo, el cuerpo de las mujeres suele experimentar distintos cambios. Entre ellos, se encuentran las modificaciones hormonales que se manifiestan, en mayor medida, a nivel cutáneo. Luego del parto, la piel puede quedar blanda y su coloración puede cambiar en las mejillas, frente, nariz y caras internas de los muslos. A su vez, las alteraciones de las fibras elásticas generan las temibles estrías, sello indudable de toda mujer que ha estado embarazada. Por otra parte, muchas madres suelen quedar con exceso de peso y flacidez.
Ante todas estas alteraciones, para poder volver a la normalidad con mayor rapidez, es imprescindible que, durante las primeras semanas post parto, las nuevas madres se hidraten, tomando tres litros de agua al día y empiecen a realizar una dieta saludable (rica en fibras que facilite la digestión y evite la constipación), adaptada a sus necesidades y orientada por un nutricionista.
En cuanto a la actividad física, se recomienda que, al cabo de un mes y, siempre y cuando el médico obstetra lo autorice, la madre retome de forma progresiva, suave y regular una rutina de ejercicios. Esto le permitirá tonificar los distintos grupos musculares, específicamente los músculos del piso pelviano, mejorar la circulación sanguínea y regular la presión arterial y los niveles de azúcar. Sin embargo, la rapidez en la recuperación de los músculos y piel, dependerá del buen tono muscular anterior de la mujer y, sobre todo, de los cuidados antes, durante y después del embarazo.
Por otra parte, “para iniciar un tratamiento estético con aparatología se aconseja esperar seis semanas después del parto. Si el nacimiento del bebé fue mediante cesárea y la madre quiere tratar su zona abdominal, se recomienda esperar doce semanas. En caso de querer abordar otras zonas, los tratamientos pueden iniciar a partir de la sexta semana. La elección de los tratamientos estéticos depende de las necesidades de cada mujer en función del peso aumentado durante el embarazo y sus propias características. Es por esto que los procedimientos pueden ser individualizados y actuar sobre distintos planos”, explica la Dra. Lorena Petit, médico estético de Energía Vital Activa.
Los 5 tratamientos más eficientes posparto son:
– Cavitación o Ultracavitación: ultrasonidos de muy baja frecuencia que aumenta la temperatura en los cúmulos de grasa hasta romper las células adiposas, atacando la celulitis y grasa localizada y eliminándolas a través del sistema linfático o metabolizándolas.
– Masaje terapéutico y la aplicación de la Manta térmica: son la combinación perfecta para complementar la acción de la ultracavitación. El primero estimula el drenaje linfático y facilita la eliminación de la retención de líquidos y la celulitis. Por otro lado, la manta actúa aumentando la temperatura interior, lo que disuelve paulatinamente la grasa interna acumulada. A su vez, tiene efectos antiinflamatorios y antiedematoso que ayudan a eliminar el exceso de líquidos en tejidos.
– Laser Erbio + Plasma Rico en plaquetas: ayudan a restablecer el tono muscular y la apariencia de la piel por las estrías.
– Radiofrecuencia Tripolar con Actividad Dinámica Muscular: las ondas electromagnéticas emitidas en el procedimiento generan calor a nivel de la dermis estimulando la formación de colágeno y fibras elásticas reafirmando la piel flácida del abdomen, espalda, piernas, brazos y cara. Al mismo tiempo, la emisión de corriente favorece la tonificación muscular y estimula el drenaje linfático con la consecuente eliminación de toxinas.
– Luz Pulsada (IPL): luz capaz de penetrar en la piel y actuar sobre manchas, fragmentando la melanina “pigmento que da la coloración a la piel”, sin producir efectos sobre los tejidos sanos.
“La duración, intervalos y números de sesiones de las diversas técnicas van a depender de las características y necesidades de cada paciente. Lo más importante es acudir a un centro médico especializado donde se garantice la salud y bienestar”, aclara la Dra. Petit.