El bateador designado dominicano David Ortiz volvió a demostrar que los Medias Rojas de Boston andan de acuerdo a como está su producción
Definitivamente, los Cardenales no pudieron hacer nada con David Ortiz.
El dominicano llegó al juego 6 de la Serie Mundial con 11 hits en 15 turnos por los Medias Rojas. Cuando San Luis cambió de estrategia en el sexto choque del miércoles y le dio cuatro bases por bolas -tres intencionales- aprovecharon Mike Napoli y Shane Victorino para empujar cinco de las seis carreras de Boston en su victoria por 6-1 que puso a celebrar a la «Nación Medias Rojas» con un título del Clásico de Otoño.
En otras palabras, la proeza de Ortiz en partidos anteriores le dio mayores oportunidades a sus compañeros. Eso, combinado con sus números históricos en esta serie, le valió el premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial.
«Sé que soy una de las potencias para este juego y me gusta tomar las cosas de manera personal», dijo Ortiz. «Así ha sido toda mi carrera, un reto. Yo no trataba de ser el hombre, pero sabía que tenía que hacer algo para mantener el tren en movimiento”.
«Gracias a Dios todo salió bien y no tuve que hacer nada hoy», continuó el quisqueyano, refiriéndose a los tantos boletos del miércoles. «El resto del equipo se encargó».
Eso fue así en el juego 6. Pero en el transcurso de los seis partidos de la serie, Ortiz fue la bujía y el líder indiscutible de los Medias Rojas, que ganaron su tercera Serie Mundial desde el 2004.
Ortiz bateó .688 (16-11) en los seis encuentros ante los Cardenales y tuvo porcentaje de embasarse de .750 (24-18). En total conectó dos jonrones, empujó seis carreras y anotó seis más.
«Su bate habla por sí mismo, porque es bastante especial», dijo el mánager de los Medias Rojas, John Farrell, quien se unió a Terry Francona (2004), Ed Barrow (1918) y Jake Stahl (1912) como los únicos pilotos en la historia de los patirrojos en ganar la Serie Mundial en su primera temporada frente al club. «Estamos hablando de un pelotero que probablemente vaya al Salón de la Fama».
Entre los jugadores en la historia con al menos 10 presentaciones en el plato en Clásicos de Otoño, sólo Billy Hatcher por los Rojos de 1990 ha tenido mejor promedio (.750) y mayor porcentaje de embasarse (.800) que Oritz.
El dominicano también empató un récord de Hatcher al embasarse nueve veces consecutivas durante la serie. Y entre los peloteros que han ido al plato 50 veces o más en juegos de Serie Mundial, Ortiz lleva el mejor promedio de todos los tiempos con .454 (44-20).
«Puse buenos números pero contamos con muchos otros que pusieron buenos números», dijo el veterano de 37 años, el único integrante de Boston que ha sido parte de cada uno de los tres títulos del equipo desde el 2004. «Todo el mundo llegó e hizo algo especial. Contamos con muchachos que son capaces de mantenerse enfocados y hacer las cosas pequeñas. Y cuando ganas con un equipo así, es bastante especial».
Luego de registrar su mejor campaña regular en tres años con 30 cuadrangulares, 103 empujadas y OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .959, Ortiz siguió con una postemporada para el recuerdo contra los Rays, los Tigres y los Cardenales.
En 16 partidos de octubre, el oriundo de Santo Domingo bateó .353, con porcentaje de embasarse de .500, slugging de .706 y OPS de 1.206. Conectó cinco cuadrangulares, empujó 13 carreras y tuvo 12 anotadas.
Además, la gran actuación al bate de Ortiz en la Serie Mundial se produjo mientras jugó en la primera base para los Juegos 3, 4 y 5 en San Luis. Con el guante no hizo daño y cargó con el equipo a nivel ofensivo durante esos tres partidos en el Busch Stadium.
David Venn
lasmayores.com