PARIS. El cocinero del Palacio del Eliseo se despidió el jueves, luego de haber alimentado a cinco presidentes franceses y algunos de los hombres más poderosos del mundo durante cuatro décadas.
Bernard Vaussion, de 60 años, estaba emocionado mientras preparaba el último almuerzo para el presidente Francois Hollande, una despedida que incluía milhojas de frambuesa. Hollande es conocido por su afición a los dulces y ha sido blanco de bromas por su rolliza silueta.
«Es fácil trabajar con Francois Hollande. No hay muchas cosas que no le gusten, es alguien que adora comer», dijo Vaussion.
Agregó que a lo largo de los años, lo más importante aparte de saber cocinar era la capacidad de adaptarse a los gustos de los mandatarios.
A Francois Mitterrand le encantaban los mariscos, mientras que Jacques Chirac prefería los caracoles con chucrut. Más recientemente, Nicolás Sarkozy provocó un escándalo al rechazar la gastronomía francesa y pedirle a Vaussion que le sirviera comida más sana con pescado, vegetales y ensalada. Sarkozy tampoco bebe vino, una revelación que en un primer momento causó controversia y ofendió el orgullo galo.
En Francia, comer y beber se convierten en un asunto de política.
Sarkozy también dijo «non» al queso y sólo lo permitió en el menú durante las visitas a París de una reconocida amante del manjar lácteo, la canciller alemana Angela Merkel.
Vaussion señaló que Hollande, el sucesor de Sarkozy, también es su polo opuesto a la hora de alimentarse, así como lo es en asuntos ideológicos.
AP