El tono en la voz de Omar Vizquel refleja algo de melancolía. Es comprensible. Después de todo, estos son los últimos días de una trayectoria de 24 temporadas en el béisbol de Grandes Ligas, en la que dejó una huella imborrable con su maestría defensiva como torpedero.
«Siento tristeza. Es algo que he hecho por tanto tiempo y el próximo año no podré hacerlo como lo hacía antes», dijo Vizquel sentado en la cueva del equipo visitante en el Yankee Stadium.
La conversación con The Associated Press fue al día siguiente que el venezolano rebasó a Babe Ruth en la lista histórica de hits. Sus oportunidades de salir a jugar con los Azulejos de Toronto, su sexto club en las mayores, son en extremo esporádicas.
Tras desplazar a Ruth, no volvería a actuar hasta cinco días después y respondió con un par de imparables que le permitieron igualar a Mel Ott en el puesto número 40 con 2.876. Le falta poco para poner fin a una singular carrera, atesorando más que nunca cada vivencia.
«Aunque todo es igualito, lo valoro mucho más. He visto con mucho más detenimiento lo que significa ser un pelotero de Grandes Ligas», señaló. «Voy a extrañar esos chistes, esos cuentos, la camaradería entre los peloteros en las diferentes ciudades que nosotros vamos. El compañerismo es lo que más voy a extrañar. Y la competencia, el venir todos los días a un campo de juego con ganas de ganar, de dar un hit y hacer un gran jugada».
Esta última campaña, escalando posiciones en la lista de hits de todos los tiempos, ha servido para acentuar el debate sobre los méritos que tiene Vizquel para entrar en el Salón de la Fama.
¿Será exaltado en la primera votación? ¿Acompañará a Luis Aparicio como el segundo venezolano en Cooperstown?
«Es que no puede faltar, eso es seguro», afirmó Adeiny Hechavarría, un novato cubano que juega como torpedero y que conoció a Vizquel por primera vez durante los entrenamientos de primavera cuando le situaron a su lado en el vestuario.
«Pensé que era otro Vizquel cuando vi su nombre en el ‘locker’. No sabía que había firmado con Toronto», contó Hechavarría. «A partir de la primera palabra, me di cuenta que es un ejemplo a seguir».
La argumentación a favor de Vizquel se sustenta con la siguiente premisa: aparte de su cosecha de hits, ganó 11 Guantes de Oro y es quien más juegos ha disputado en la posición de campocorto en la historia con 2.708, además de ser pieza clave del equipo de los Indios de Cleveland que conquistó seis veces el título de división durante la década de los 90.
Casi todos los bateadores que se le anteponen en la lista histórica de hits tienen placas en el Salón de la Fama, con las excepciones de Pete Rose (vedado por apostar en juegos); Derek Jeter y Alex Rodríguez (están activos); y Barry Bonds y Craig Biggio (debutan en la próxima votación pero probablemente serán ninguneados por sospecha de uso de esteroides).
También cuenta con 404 bases robadas y es el segundo torpedero con más hits en la historia. AP