El Deportivo Anzoátegui no pudo ganar, pero sus perseguidores tampoco
Jornada poco común en el fútbol profesional: 7 empates en nueve partidos, y en ellos involucrados el puntero y todos sus perseguidores. Como consecuencia, las cosas quedaron tal como estaban, con Anzoátegui adelante (un punto sobre el Caracas, 5 entre aquel y el séptimo), diferida una semana más la posibilidad de cambios que asomaba la duodécima fecha del torneo “Apertura”.
En Barquisimeto, un nuevo capítulo de violencia, bastante grave, que debe llamar a la organización futbolística a un estudio y a medidas más profundas pues ya se ha convertido en hábito, allí, la actitud de fanáticos que se valen de cualquier excusa para poner en peligro la integridad de muchos. Aunque, como suele decirse, sean unos pocos.
Anzoátegui tuvo en sus manos la oportunidad de alejarse en la punta, pues cuando salió a la cancha de Puerto La Cruz ya se conocía el balance de los seis que acosan con chance. Sin embargo, se encontró con un Estudiantes de muy buen desempeño que, incluso, pudo llevarse la victoria. Porque no solo coronó su dominio con una brillante jugada por la izquierda, culminada por Elvis Martínez al templar un centro, preciso, a la cabeza de Luciano Ursino, quien golpeó “como mandan los cánones”, fuerte y al piso, para nivelar unas cifras en las cuales se había anotado Alejandro Cichero minutos antes, también de cabeza, a la salida de un corner.
Los merideños crearon las oportunidades, en medio de clara dominio de su esquema y aparte del buen juego del portero Edixon González -al final figura del líder- sino con la lenidad del juez Jesús Valenzuela, que dio por válida una salida del meta en la cual arrolló violentamente a Imanol Iberri, dejándole un diente flojo. Era para tarjeta roja y en el área. Observando el juego de los dirigidos por Manuel Plasencia extraña que anden en la tabla con solo 11 puntos.
En Barquisimeto sucedió algo similar con el Caracas. Que perdia 1-0 ante Lara con un golazo de tiro libre de José Manuel Rey, pero logró empatar cuando ya era hora de ir a camerinos. Se jugaba el alargue y cuando se pensaba que el hombre del pito, Marcos Suárez, decretaría el final, sentenció penal por una mano (fuera del área) de John Chancelor, que permitió a Tucker lograr la paridad. Claro, eso no justificaba, en absoluto, lo que se presentó luego.
Hubo expulsiones de Morales y Pérez Greco y, en el minuto final, de Rey. Pero lo grave se produjo posteriormente entre la barra larense y los efectivos policiales, con perdigones, silletazos y el corolario del ataque al autobús del Caracas. Nada nuevo en la capital larense, donde no han servido las medidas de la Federación ni del equipo. El vandalismo sigue “ganando”.
Los perseguidores del Anzoátegui se quedaron cortos: además del empate del Caracas, Carabobo no pudo con Petare y pactaron sin goles, Atlético Venezuela empató sobre la hora (a 1) con el Aragua y Táchira se vio a vapores con Trujillanos, que le igualó a 2 en Pueblo Nuevo. Los otros aspirantes con chance, Mineros y Zamora -toparon en Barinas-, lucharon pero volvieron a casa sin abrir el marcador. La otra división de puntos se registró en Puerto Ayacucho, donde Tucanes y Zulia terminaron 2-2.
Ganadores, solo dos. Llaneros sobre Yaracuyanos 2-1 en San Felipe y El Vigía en casa sobre La Guaira, 2-0.
Ahora la tabla muestra a Anzoátegui con 26 puntos, seguido por Caracas (25), Carabobo (24), Atlético Venezuela y Mineros (23, el primero con 15-9 en goles, por 13-8), Zamora (22) y Táchira (21).
El segundo grupo lo integran Aragua, Trujillanos y El Vigía (14, privan los centrales 19-18 por 14-13 y 18-23), Tucanes y Lara (13, los de Amazonas 17-18 por 11-15), Llaneros y Petare (12, los de Guanare 15-19 por 7-13) y Estudiantes (11). Un tercero lo forman los colistas Zulia (9), La Guaira (7) y Yaracuyanos (4).
En Lara fueron más
Barquisimeto logró la mayor asistencia (8.691, reforzado por la barra caraquista, que siempre viaja y debió esperar el cese de hostilidades para regresar), en Puerto Ayacucho metieron 8.150, en San Cristóbal y Barinas superaron los 5.000. En El Vigía pagaron 1.315 y el Atlético Venezuela se consolida como el segundo equipo de Caracas (1.483 en el “Brígido Iriarte”), mientras a Petare solo lo acompañaban 538 en el Olímpico y Puerto La Cruz volvía a decepcionar pues con un equipo largamente líder, ganador el año pasado, solo 1.286 fueron a ver lo que resultó un entrentenido encuentro.
Armando Naranjo
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