Con lágrimas en sus ojos, las madres que pertenecen a las 4 familias de este refugio de Guarenas, manifestaron tener la esperanza como único bastón, dado que es el único modo de seguir esperando la respuesta gubernamental
Hablar de damnificados en Venezuela ya se ha convertido en un tema común. Dadas las improvisaciones a la hora de construir y a la falta de planificación urbanística, las fuertes temporadas de lluvias llegan arrasando y en muchas ocasiones provocan el colapso de las viviendas en los sectores más humildes. Como consecuencia de ello, centenares de personas en un abrir y cerrar de ojos quedan sin techo y son destinadas a vivir en el hacinamiento.
Y estar en calidad de refugiados aunque en un principio es una idea que se digiere con facilidad, el paso del tiempo llega a ser un enemigo que constantemente le recuerda al damnificado que perdió su casa y que, mientras no sea reubicado, sólo le queda el ruego y la esperanza como únicos medios para soportar la espera.
Esta realidad se hace evidente en el presente de 4 familias que desde el año 2010 están refugiadas en la Torre Bancor de la ciudad de Guarenas, en el estado Miranda, sin hasta ahora recibir una respuesta sólida y definitiva con respecto a su situación habitacional. Por tres años han estado condenadas a vivir entre filtraciones, humedad, contaminación y bajo la presencia de zancudos y ratas que le roban la salud a adultos y sobre todo a los niños por ser esta la población más vulnerable.
«No queremos un
diciembre más así»
La petición directa de las preocupadas madres que se encuentran en la Torre Bancor es al presidente Nicolás Maduro, pues se manifiestan cansadas de esperar porque la Comisión Presidencial para Refugios Dignos (Copredig) asuma la entrega de sus apartamentos.
La sola idea de pensar que sus hijos pasarán un diciembre más en medio de las condiciones en las que se encuentran les llenan los ojos de lágrimas al ser entrevistadas por ésta servidora.
«En un primer momento éramos 11 familias las que estábamos aquí. Ya 7 se han ido porque les han dado viviendas en Ciudad Belén. Los miembros de las 4 familias que quedamos hemos pateado la calle buscando en los edificios hechos en Caracas y hasta en La Guaira. Fuimos recientemente a la Copredig a comunicarnos con el general Francisco de la Torre Vilera y con el capitán Alfonzo Soler, quienes indicaron que no hay apartamentos en ningún lado. En una ocasión hasta nos emocionaron señalándonos que nos entregarían las casas y esa alegría se la transmitimos a nuestros pequeños, pero finalmente la respuesta era que había cambio de planes.», explicaron Atamaica Díaz y Yessica Munzón.
Salud deteriorada
e insalubridad
La salud de los más de 10 niños y niñas que están refugiados en la Torre Bancor de Guarenas se ha deteriorado, pues la estructura del lugar aunque se ha adaptado, no fue construida para fines habitacionales. La mayor parte de las tuberías de aguas blancas y servidas del edificio se ubican hacia los refugios, por lo que los hedores son insoportables.
«Aquí las chiripas, las ratas y los zancudos se ven por doquier. Como madres de familia estamos desesperadas. Hace poco estuvimos en el Cuartel de la Montaña para hablar con el Presidente y fuimos agredidas por funcionarias de la Guardia Nacional. Fue el 5 de octubre. Nicolás Maduro, usted no se encontraba (dirigiéndose directamente al primer mandatario nacional), pero queríamos hablar con usted y contarle lo que estamos pasando. Fuimos golpeadas y rasguñadas, de hecho tenemos pruebas y fotos del daño físico que nos provocaron. El caso lo maneja la Fiscalía 63 del Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas», precisaron las mujeres.
Dijeron que constantemente madrugan para entrevistarse con autoridades de Copredig y que supuestamente deben esperar hasta las 11:00 de la mañana para ser atendidas.
«Siempre nos venimos con el ánimo por el piso. No todo es malo, pues tenemos mucho que agradecerle a usted y al almirante Jorge Miguel Sierralta, a quien debemos este efugio provisional. Sin embargo, esto ya es demasiado para nosotros, pero más para nuestros hijos e hijas, para quienes queremos calidad de vida. Éstos son pequeños de la Patria. Ese sería el mejor niño Jesús, tener una casa». aseveraron.
Dejaron a disposición sus números de teléfono (0424)-1850551/(0424)-7560638.
Yohadi Arteaga
yohaarteaga@gmail.com