Adversarios del régimen de Asad obtienen más ayuda internacional
Los rebeldes sirios progresaron el viernes en varios frentes en Alepo, aunque sin lograr un avance significativo tras varias horas de combates, y obtuvieron más ayuda internacional al margen de la cuarta jornada de la Asamblea General de la ONU.
En Damasco, en tanto, las tropas gubernamentales lanzaron un ataque contra los barrios rebeldes del norte, destruyendo casas y procediendo a arrestos, informaron militantes y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Y como cada viernes, hubo manifestaciones contra el régimen de Bashar al Asad en todo el país a la salida de la oración de las mezquitas.
Los combates fueron intensos en Alepo hasta el viernes por la mañana, y perdieron fuelle por la tarde. Comenzaron la tarde del jueves, con el anuncio de los comandantes rebeldes de una batalla decisiva por el control de esta ciudad, que los insurgentes y el régimen se disputan desde hace más de dos meses.
«En el frente de Saladino (suroeste) hemos tomado bases del ejército regular. Al menos 25 soldados murieron en este ataque», informó Abu Furat, uno de los comandantes de la brigada Al Tawhid, la más importante de Alepo. Según él, no obstante, los insurgentes debieron replegarse en la zona por falta de municiones.
Mandos rebeldes afirmaron haber avanzado en los barrios de As Sukari (este) e Iza (norte).
El nuevo objetivo de los rebeldes es la mezquita de los Omeyas, en la línea de frente en el corazón de la ciudad vieja, constató un periodista de la AFP.
Pero de momento, «el régimen no es capaz de vencer, ni los rebeldes de controlar la totalidad de los barrios» de Alepo, dijo el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
El jefe de la organización opositora dijo que los rebeldes dispararon con morteros contra Suleimaniye y Sayed Alí, barrios del centro de la ciudad controlados por el régimen y hasta ahora a salvo de la violencia.
Por otra parte, los barrios en poder de los rebeldes, sobre todo al este, fueron bombardeados por el ejército de manera incesante hasta la mañana del viernes, según el corresponsal de la AFP.
Paralelamente, en la capital, «las fuerzas regulares lanzaron un ataque contra los barrios de Barzé, Qabún y Jobar (…) cortando las rutas que llevan a esos barrios, detuvieron a ciudadanos en allanamientos y destruyeron casas», indicó el OSDH, en base a informaciones de una amplia red de militantes.
El régimen ha asegurado en varias ocasiones haber «purificado» Damasco de «terroristas», apelación dada a los rebeldes, pero la violencia no ha cesado desde el inicio de los enfrentamientos en la capital a mediados de julio.
En todo el país, al menos 117 personas — 71 civiles, 28 soldados y 18 rebeldes — murieron este viernes, según un balance del OSDH. De ellas, 23 fallecieron en Alepo.
Según el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, el régimen sirio trasladó algunas armas químicas para proteger los materiales en medio del enfrentamiento con las fuerzas rebeldes, pero los principales depósitos se mantienen seguros.
En el campo diplomático, los rebeldes sirios, que mandaron a nueve representantes a Nueva York a explicar lo que necesitan, recibieron la buena noticia de que Estados Unidos les concederá más ayuda.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, anunció que su país desbloqueará 45 millones de dólares, de los cuales 30 para ayuda humanitaria y 15 para la oposición civil.
Clinton hizo el anuncio durante una reunión con el grupo de naciones llamado «Amigos de Siria», al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
En Ginebra, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU dio el viernes luz verde a la prolongación y la extensión del mandato de sus investigadores, y condenó las «numerosas masacres» en Siria.
En ese sentido, la ex fiscal del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), Carla del Ponte, y el relator especial de la ONU sobre Corea del Norte, Vivit Muntarbhorn, fueron nombrados comisarios en el seno de la comisión de investigación de la ONU sobre Siria.
AFP