SAN DIEGO. Dos individuos fueron sentenciados el viernes a prisión perpetua sin posibilidad de que alguna vez se les conceda la libertad condicional, por su colaboración con una pandilla narcotraficante que disolvía en ácido los cadáveres de sus víctimas.
José Olivera, de 38 años, recibió cinco penas consecutivas de prisión perpetua en tanto que David Valencia, de 42, recibió dos, ambos por cargos que incluyeron homicidio y secuestro.
Olivera y Valencia fueron los primeros procesados en un caso que los fiscales describieron como uno de los peores ejemplos de la violencia del narcotráfico en México que cruza la frontera hacia Estados Unidos.
En mayo, un jurado declaró culpables a ambos individuos de estrangular a dos víctimas a las que habían retenido casi tres semanas en 2007 en una casa en San Diego. Después, los sujetos disolvieron en ácido los cadáveres.
AP