Algunos investigadores de la Universidad de Purdue están trabajando en tecnología que podría llegar a poner fin a todas las contraseñas que los usuarios de cómputo se ven obligados a usar, sustituyéndolas con pasos como el reconocimiento del iris y las huellas digitales.
En el laboratorio en el sótano del Centro Internacional de Investigación de Biometría, perteneciente a la Universidad de Purdue, se prueban ese tipo de tecnologías de biometría que están surgiendo en busca de posibles debilidades antes de ser difundidas en forma amplia.
El escaneo de las huellas digitales y la captura de una imagen para el reconocimiento del iris, así como el reconocimiento del rostro y de la voz, son sólo algunas de las herramientas que pueden mejorar la seguridad al tiempo que facilitan la vida de las personas, dijo Stephen Elliott, director del centro.
Esa tecnología puede permitirle a alguien registrarse para trabajar en una computadora o activar un teléfono multiusos simplemente con pasar su dedo encima de un sensor, lo que elimina la necesidad de cambiar frecuentemente de contraseñas.
«Creo que el común de las personas se quejan de que tienen demasiadas contraseñas, y que es una molestia tener que cambiarlas todo el tiempo, y por lo tanto usan la misma contraseña para muchas cosas, lo que en esencia hace que sean más fáciles de violar», señaló Elliott.
La biometría ya se está empleando en un restaurante KFC en West Lafayette, donde los empleados marcan su llegada al trabajo al colocar su dedo en un escáner de huellas digitales vinculado a la caja registradora.
Chris Smith, subgerente del restaurante, dijo que en ocasiones los trabajadores se gritaban las contraseñas y que el sistema de huellas digitales mejora la seguridad de las cajas registradoras al limitar mejor el acceso a ellas.
Ahora, gracias al nuevo sistema, los empleados tienen una contraseña menos que memorizar.
«Estoy seguro que tienen un centenar que recordar para sus cosas en casa, la de internet en sus cuentas bancarias y qué sé yo», señaló Smith. «Así, el no tener una más les facilita las cosas».
Elliott dijo que, aunque muchas personas en la actualidad consideran que esos escáneres son cosa de las películas, él cree que algún día las contraseñas en las computadoras podrían ser cosa del pasado.
«Pienso que, una vez que la gente vea las cosas en las manos del consumidor —(los sistemas) de biometría ya instalados_, entonces creo que simplemente veremos cómo las personas intentan impulsar la implementación de la biometría en otras áreas, porque es más fácil», agregó.
AP