Las rebajas compulsivas de precios y los planes de limitar ganancias comerciales en Venezuela inquietan a analistas, que dudan de la efectividad de las medidas del presidente Nicolás Maduro, quien a tres semanas de cruciales comicios municipales, se autodenominó «Presidente justiciero».
«Lo que va a ocurrir es que la escasez se va a agudizar porque a las tiendas se les acabarán sus mercancías y tendrán problemas para reponerlas porque las obligan a vender sus productos a un precio por debajo de la realidad», dijo a la AFP el economista José Guerra.
Venezuela soporta un 54% de inflación anual, que los analistas explican sobre todo por la elevada emisión monetaria, y si bien las exportaciones petroleras aportaron 93.000 millones de dólares en 2012, el país tiene sequía de divisas debido a las crecientes importaciones de productos básicos (alimentos incluidos) y artículos suntuarios.
Guerra también cuestiona las medidas para neutralizar la inflación, pues no están atacando al rubro de los alimentos, «el gran causante del alto índice» inflacionario, apunta.
El índice de escasez se ubicó en 22,4% en octubre.
Maduro define la situación actual como una «guerra económica» de parte de Estados Unidos y la burguesía, y critica a quienes denomina «los parásitos burgueses», a los que responsabiliza de precios injustificados en productos comprados con dólares baratos distribuidos por el gobierno.
El presidente también decidió bloquear los sitios web que difunden la cotización del «dólar negro», que multiplica por más de ocho el valor del dólar oficial.
«Nuevo orden económico»
Las medidas buscan instaurar un «nuevo orden económico interno», advierte Maduro, cuya lucha por el control de precios incluye aparatos electrónicos, vestimenta, juguetes y automotores entre otros rubros, todos los artículos de mayor demanda en la época prenavideña, que este 2013 coincide con los comicios municipales del 8 de diciembre.
La oposición, derrotada por 1,49 puntos porcentuales en las presidenciales que siguieron este año a la muerte de Hugo Chávez, presenta estas municipales como un plebiscito de la gestión de Maduro.
En ese marco el presidente, quien espera la aprobación por la Asamblea Nacional de una solicitud de superpoderes para gobernar por decreto por un año, prometió extender los controles de precios a toda la cadena productiva.
Víctor Maldonado, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Caracas, advirtió que muchas de las cadenas intervenidas quebrarán.
En Venezuela, el dólar se cotiza oficialmente a 6,30 bolívares, pero muchos comerciantes e importadores arguyen que ante la falta de divisas, deben pagar sus importaciones con dólares comprados en el mercado negro, donde la cotización supera entre ocho y nueve veces el valor oficial.
Si a las tiendas se las «obliga a vender por debajo del costo actual y además deben devolver el dinero de un supuesto precio especulativo, será imposible para muchas de ellas poder recuperarse», dijo Maldonado citado por el diario Últimas Noticias.
En tanto el diputado oficialista de la Asamblea Nacional Andrés Eloy Méndez negó que la regulación afecte al mercado y aseguró que el gobierno «continuará protegiendo el salario de los venezolanos con medidas que les permitan adquirir bienes y servicios a precios justos».
El valor de los votos
Para el analista Luis Vicente León, director de la consultora Datanálisis, las medidas adoptadas por el Ejecutivo buscan más bien capear la necesidad de captar el voto chavista en las municipales.
«Estamos en medio de una campaña económica del gobierno que está dirigida más a captar votos que resolver los problemas reales», explicó León a la AFP.
El experto estima que el gobierno «ataca las consecuencias y no las causas» de la crisis económica, que son la sobrevaloración del bolívar, el congelamiento de precios en ciertos rubros y la baja productividad de las empresas expropiadas por el chavismo.
«Si nos ubicamos en el plano de las causas, nos damos cuenta que hay unos especuladores que se aprovechan de un tipo de cambio sobrevalorado y es difícil parar eso», agregó León.
Tras los anuncios de rebajas, cientos de personas se agolparon en algunas tiendas, generando saqueos aislados en varias partes del país. Las autoridades detuvieron a 35 personas, según la fiscalía.
Los analistas insisten desde hace semanas en que Venezuela deberá devaluar (ya devaluó en febrero de 2013) debido a las presiones cambiarias y la necesidad de mantener el gigantesco aparato estatal creado por el chavismo.
Sin embargo, el ministro de Finanzas Nelson Merentes reiteró este miércoles que no se modificará el tipo de cambio oficial, en ocasión de presentar las premisas del presupuesto 2014 ante la comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.
AFP