Un rosario de calamidades aqueja a los habitantes de esta urbanización del municipio Sucre, que van desde el deficiente servicio de agua potable hasta la pésima recolección de basura. Las cuales han sido denunciadas, pero no solucionadas, según aseguran lo que allí residen.
“Aquí la gente está en riesgo de contraer una epidemia”. Así lo manifestó, Euridices Guerra, miembro de la Asociación Civil Palo Verde Activo, quien cuestionando la falta de interés que han mostrado las autoridades municipales en corregir las fallas en la recolección de basura y el suministro de agua potable en este urbanismo, denunció las calamidades que han tenido que lidiar para sobrellevar esta situación.
Hace aproximadamente 15 días, relata la vocera vecinal, la urbanización ha reportado graves fallas en el suministro del vital líquido. Lo que fue considerado como un complejo residencial modelo, donde los servicio públicos funcionaban de manera regular, en la actualidad quedaron como recuerdos que invocan su vecinos.
Deficiencias
“Ahora nuestros apartamentos están ocupados por tobos y recipientes de varios tamaños y dimensiones, pues no sabemos el día que llegará y cuanto tiempo durará para abastecernos y aunque compramos botellones para suplir la falla, algunas veces no nos rinde el almacenamiento durante el tiempo de escasez”, dijo.
La dirigente vecinal, criticó el monto de 91,00 bolívares que debe cancelar cada familia al mes por concepto de abastecimiento de agua, el cual hasta los momentos no ha reflejado lo que se cancela, lo que resulta injusto que “sigamos pagando por un servicio que ni siquiera se está viendo reflejando, cuando aquellas personas incurren en modicidad se les corta de inmediato, sin tener un plazo”.
Situación similar, sucede con el aseo urbano, el cual tiene una semana sin recorren las calles del urbanismo, sólo circula por la avenida principal de Palo Verde, asegura Guerra, quien aseveró que basta con recorrer las calles para darse cuenta que las calles lucen repletas de desechos sólidos, lo que podría desastar una epidemia, ya que los malos olores son inhalados por los niños, quienes son los más propensos a sufrir infecciones respiratoria.
Afectados
A causa de este problema, destaca Nora Suárez, directora del Centro de Educación Integral Luisa Cáceres de Arismendi, ha tenido que impartir sus servicios de manera interrumpida. En este lugar se le ha prestado la ayuda a 85 personas, integradas por adolescentes embarazadas y niños, los cuales requieren ser atendidos en materia de alimentación y salud, pero con esta escasez de agua y proliferación de plaga motivado a los cúmulos de basura, “nuestras actividades ha tenido que darse medio turno ”, aseveró la autoridad.
Ante esta situación, señala Suárez, algunas personas se han visto en la obligación de quemar o botar la basura en sitios no apropiados, tales como a orillas de las aceras, en la que pensando que podrían radicar el problema, más bien los están agravando. Otras de las acciones inadecuadas que expone esta directora, es que con mucha frecuencia se observa personas de otras comunidades que trasladan sus bolsas de basura hasta la avenida principal, a fin de alejarse de estos fétidos olores y estar expuesto a alguna enfermedad.
“Peloteo institucional”
Euridices Guerra, miembro de la Asociación Civil Palo Verde Activo, denunció que existe un “peloteo institucional”, entre el Instituto Autónomo de Aguas de Sucre- Imas- e Hidrocapital. Ambos organismos encargados de administrar, operar y mantener el sistema de distribución del vital líquido no han querido responsabilizarse en restaurar el servicio, sino más bien se han encargado de culparse uno al otro.
Igualmente sucede, expone Guerra, con el aseo urbano, cuyo servicio se ha hecho deficiente por la políticas que ha tenido el alcalde Carlos Ocariz, pero éste justifica esta acción calificándola de “saboteo y falta de recursos que no ha querido financiarle el Gobierno”, ignorando las exigencias que clama el pueblo que sólo quiere vivir dignamente, concluyó.
Mairy Chourio / Mchourio@diariolavoz.net / @mairychourio