La alcaldía aseguró que la dueña del puesto “quita y pon” tiene garantizado su derecho al trabajo y la medida de reubicarla había sido concertada
Con la sorpresa que su tarantín había sido desarmado por trabajadores de la alcaldía de Cristóbal Rojas, se encontró en la mañana de ayer la trabajadora informal, Lenia Jiménez, quien rechazó la medida y pidió al gobierno local que la dejen trabajar.
Según la afectada, la intención del Ejecutivo es construir en lo que era su puesto, un local para favorecer a otra persona, que no es agremiada y no ha trabajado en ninguna de las cuatro cooperativas que integran los 150 buhoneros ubicados en la avenida Cristóbal Rojas y sus adyacencias.
“Cuando llegué a mi puesto, noté que cuadrillas de la alcaldía se habían llevado los materiales que compré para mejorar mi negocio; eso es un abuso porque no pueden pretender desalojarme a mí para favorecer a otros”, dijo la mujer, quien recordó que hace 4 años el actual alcalde les prometió la construcción de 44 kioscos, pero todo quedó en veremos.
Jiménez, acompañada de otros buhoneros que la respaldan, indicó que las cooperativas que integran no se oponen a la construcción de los kioscos, pero aspiran que los mismos sean asignados a los informales que tienen más de 8 años trabajando en las avenidas del casco central de Charallave.
Para Ana Escanio, la acción del gobierno local es injusta. “No pueden atentar contra estas familias, que trabajan para subsistir; tenemos años comiéndonos las verdes en este lugar sin recibir ayuda de ningún tipo”, acotó.
Los trabajadores informales que hoy permanecen en la avenida Cristóbal Rojas de Charallave, fueron reubicados en este lugar, luego que el gobierno local emprendiera un programa vial para descongestionar la avenida Bolívar.
A decir de los buhoneros, son muchas las calamidades que pasan en ese sitio, cuyas condiciones no son las más idóneas para trabajar. “En muchas oportunidades hemos instalado mesas de trabajo con el alcalde y su equipo para mejorar esta situación, pero nunca le hemos visto el queso a la tostada”, dijeron los informales, quienes aseguran cancelar entre 500 y 800 de impuestos municipales.
Garantizado…
Al ser consultado sobre esta denuncia, el alcalde del municipio Cristóbal Rojas, José Ramírez, aseguró que la Sra. Lenia Jiménez, “tiene su puesto asegurado”.
Explicó el mandatario local que en aras de ayudar a otros trabajadores informales, la alcaldía construirá dos kioscos en el espacio donde estaba Jiménez, quien será reubicada en la misma línea de buhonería, pero con las dimensiones regulares (tamaño). “Esta ciudadana, tiene permiso para trabajar allí en un tarantín, sin embargo optó por echar una losa, lo cual está prohibido, ya que en esa zona sólo se permisan tarantines “quita y pon”.
La alcaldía, a través de la Dirección de Ordenación Urbanística, ordenó desmantelar el tarantín, cuyos elementos están preservados en la Dirección de Conservación y Mantenimiento Urbano, y se había concertado la medida con esta trabajadora, aseguró el mandatario local, quien dijo presumir que la intención de la citada ciudadana fue politizar su reclamo, “porque ya se había concertado con ella su reubicación y resulta injustificable que apele a la queja mediática”.
MIP-TUY Agencia
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