La abogada ya cumplió dos años en la conducción de “Se ha dicho”, espacio de producción nacional con el que Televen destronó desde hace rato a Venevisión en el renglón del programa de mayor rating de la televisión venezolana
Es la celebridad del momento. Su programa es el más visto de la televisión venezolana. Confiesa que no deja de sorprenderse por las reacciones de la gente, cuando está comprado en un supermercado o en la cola para entrar al cine.
“La gente me tiene como miedo o respeto. Donde llego todo funciona perfecto… me monto en un ascensor y escucho a alguien decir, ‘silencio, aquí está la doctora’… ¡hasta para saludarme me piden permiso! ¿Dios mío, qué es esto?”.
Mónica Fernández sigue siendo la misma, la fama no ha provocado secuelas en su calidad humana, a pesar de llevar las riendas de “Se ha dicho”, espacio de producción nacional que ya cumplió dos años en el aire, y con el que Televen destronó desde hace rato a Venevisión en el renglón del programa de mayor rating de la televisión venezolana.
“Siempre soy la misma donde me pare”, dice con voz firme y cálida, utilizando sus manos para enfatizar lo dicho.
Se remonta 16 años atrás para explicar el significado de su actual, rol en el que le toca administrar justicia teniendo como aforo y testigos millones de televidentes. “Recuerdo cuando me nombraron Directora Nacional de Prisiones, en el año 1997, hicimos un trabajo a la cárcel de El Rodeo (en Guatire) y cuando llego a mi casa y me voy a acostar a dormir me dije ‘¡wao!, ¿qué es esto?’… eso pasa un poco con ‘Se ha dicho’, cuando observo el impacto y las reacciones que el programa produce en la gente, al igual que las cosas que se han logrado. Lo que siento es compromiso y también como el terror de desconocer las magnitudes que puede alcanzar esto. Debes convertirte en un ser humano perfecto… estoy en una situación que me exige mucho como ser humano”.
Sólo 41 años
Aunque para estar en televisión el físico es un componente importante –y ella está en el renglón de las damas que llegan a intimidar por hermosas-, en el caso de Mónica Fernández eso pasa a un rol secundario. Además de abogada es licenciada en Educación –Cum Laude en ambas carreras, cursadas en la Universidad Católica Andrés Bello-, con varias especializaciones e innumerables cursos en Venezuela y el extranjero.
“Yo no me preparo de manera especial para ningún programa. Al comenzar la grabación sé lo mismo que el televidente sobre el caso, es decir, nada”, asegura Mónica Fernández, al negar que se desarrollen tramas falsas en “Se ha dicho”. Lo que sí puede haber en algunos temas –lo que se advierte durante la transmisión del espacio- son actores que recrean los casos verdaderos para resguardar la identidad de los afectados.
En este punto, la abogada comienza a revelar sus sentires, dejando que sus palabras respondan junto a sus manos, las cuales van administrando la intensidad de lo expresado: “De alguna manera, ya con 41 años, una va adquiriendo cierta experiencia de vida. Me he desempeñado en cargos públicos muy fuertes y con situaciones vividas también muy intensas, por lo que más bien todo esto fluye junto a la preparación académica y con mi formación cristiana, soy franciscana y devota de la Divina Pastora –lo dice poniéndose la mano derecha sobre el pecho-, y a nosotras en el colegio nos formaron con eso de ayudar a la gente, entonces yo soy eso, muy dura pero también muy humana. Es como un equilibrio en el que puedo ser muy severa, pero jamás te haré daño. Puedo ser muy sarcástica en mis expresiones pero eso tiene un fin –y levanta el dedo índice derecho-, para llegar a donde tiene que llegar sin necesidad de insultar. Entonces en todo fluye mi propia personalidad, tal cual como soy yo, como cuando uno le da los consejos a sus amigas o una hija o al resto de la familia. Fluye todo con total naturalidad –allí mueve ambas manos con mucho garbo-, pero sí me cargo de impotencia porque yo quisiera resolver todo” –pronuncia ese “yo” con mucha firmeza, cerrando los puños cerca de su pecho-.
En el tintero
La entrevista fue larga y extensa. Aquí algunas de las frases que quedaron en el tintero, todas pronunciadas con mirada felina, como hurgando a su interlocutor y su alrededor:* “Hay todo tipo de casos en ‘Se ha dicho’, desde la infidelidad, que son los temas que menos me gustan, pasando por los de manutenciones, alquileres llegando hasta las deudas que son los más comunes… aquí somos unos abusadores, aquí nadie paga nada”.
* “Aquí no habría problemas de legalidad ni políticos si cada quien respondiera a valores humanos. Hay que respetar las normas y las leyes pero lamentablemente nuestro país no tiene cultura jurídica, que no es más que empoderarse de los derechos, saber cómo exigirlos y al mismo tiempo conocer que se tienen obligaciones”.