Empresarios cercanos al chavismo, uno de ellos vinculado al presunto testaferro del fallecido presidente Hugo Chávez, son los nuevos dueños de Globovisión, canal de noticias que ahora forma parte de los esfuerzos del régimen de Nicolás Maduro por establecer la hegemonía comunicacional en Venezuela, denunció el lunes la periodista Nitu Pérez Osuna.
En un informe introducido ante la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, entidad suscrita a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Pérez Osuna describió el drástico vuelco en la política editorial de Globovisión y la manera en que el canal de noticias ha procedido a deshacerse de aquellos periodistas que ejercían el periodismo independiente en el país.
“Lo relevante son los efectos gravosos que para la propia democracia ahora tiene la comentada venta del canal en tan extrañas circunstancias y condiciones, a saber, la neutralización efectiva de su línea editorial crítica – ahora convertida en una suerte de sincretismo de laboratorio”, declaró Pérez Osuna en el documento.
Tras su venta en mayo, Globovisión procedió a retirar de su programación “todos aquellos programas de opinión e información que cotidianamente han cuestionado la gestión de gobierno del presidente Chávez y la de su sucesor”, advirtió.
La periodista, cuyo programa “Yo Prometo” fue por casi dos décadas uno de los más visto en el canal, dijo que Globovisión fue adquirida por una sociedad conformada por empresarios cercanos al gobierno, que incluyen a los abogados Raúl Gorrín y Gustavo Perdomo.
“En el caso particular de Raúl Gorrín Belisario, la prensa destaca su activa relación con el Teniente Alejandro Andrade, ex edecán del presidente Hugo Chávez Frías a inicios de su Administración y más tarde su Tesorero Nacional; la que supuestamente explicaría el origen del poder económico de los nuevos dueños de Globovisión”, resaltó Pérez Osuna en su denuncia.
“La misma prensa internacional refiere a la sazón que Globovisión, en tanto que trinchera de la oposición democrática, ha sido tomada por el oficialismo, estando detrás de todo ello el señalado Teniente y el mismo ex Vicepresidente de la República José Vicente Rangel”, agregó.
El cambio en la línea editorial del canal de noticias, previamente considerado como la última pantalla independiente en Venezuela, ha sido gradual, extendiéndose a lo largo de varios meses, pero para muchos el proceso era de esperarse.
Globovisión se encontraba en la mira del chavismo desde hacía mucho tiempo y había sido sometida a cuantiosas multas que, en al menos una ocasión, amenazaron su supervivencia. Chávez, incluso, llegó a amenazar con cerrar el canal.
El chavismo lleva años tratando de expandir su actual dominio informático dentro del país, esbozando planes para establecer una verdadera hegemonía comunicacional.
El chavismo controlaba el 72 por ciento de los medios de comunicación radioelécticos en el país antes de la compra de Globovisión, canal del que dependían millones de venezolanos para mantenerse informados, de acuerdo con un estudio atribuido Marcelino Bisbal, investigador y profesor de la Universidad Central de Venezuela.