Por la forma en que sucedieron los hechos la policía cree que a los secuestradores se les pudo escapar el disparo o bien se pusieron nerviosos. Presumen que no son plagiarios de oficio sino hampa común que intentaba comerte un secuestro pero se les escapó de las manos
Cuando la camioneta Toyota Hilux gris avanzaba por el camino de tierra que conduce a la arenera Minataca C.A, en Nueva Tacagua, al oeste de Caracas, dos vehículos le cerraron el paso de manera abrupta. De los carros bajaron cuatro sujetos que se ubicaron a cada lado del carro mientras lo apuntaban.
En el asiento del chofer estaba Alberto Txeira, empresario de origen portugués de 54 años de edad, con 30 años en el país. A su lado estaba uno de sus dos hijos y en la parte posterior otra persona de confianza que los acompañaba.
Cuando los delincuentes apuntaron a los vidrios dándole al conductor ordenes de bajarlos, Texeira no opuso resistencia. Le abrieron la puerta pero entonces se dieron cuenta que a su lado estaba su hijo y otro de ellos intentaron bajarlo.
El joven que iba atrás se agachó y se escondió en el suelo de la camioneta. Desde allí escuchó un disparo que se produjo casi al instante. La detonación fue una tiro que hirió de muerte a Richard Texeira, de 25 años, hijo del empresario.
Por la forma en que sucedieron los hechos la policía cree que a los secuestradores se les pudo escapar el disparo o bien se pusieron nerviosos. Presumen que no son plagiarios de oficio sino hampa común que intentaba comerte un secuestro pero se les escapó de las manos.
Eran cerca de las 6:20 de la mañana de este jueves. Texeira solía llegar a su empresa, Minerales Agregados de Tacagua C.A antes de las 7.00 porque a esa hora comenzaban los trabajos.
Luego de matar a su hijo, se produjo una confusión entre los delincuentes, quienes bajaron al empresario y lo subieron a uno de los carros que llevaron para partir con rumbo desconocido. En ese momento, la persona que estaba oculta en la parte trasera pudo escapar corriendo. Los plagiarios lo vieron pero no fueron tras él. Partieron a toda prisa.
Uno de los delincuentes tomó el volante de la camioneta Hilux placas A32AC8T y la rodó unos metros más abajo, hasta el sector La Conejera. Fue abandonada en la entrada de un callejón que comunica con una zona donde la comunidad ha levantado viviendas. En el asiento del copiloto reposa el cuerpo del muchacho.
Moradores de la zona y empleados de la arenera vieron la camioneta abandonada en el lugar y les pareció sospechoso. Cuando se aproximaron observaron el cadáver y llamaron a la policía. Comisiones de la PNB se aproximaron y avisaron al Cicpc.
Un hombre enfermo
En el lugar se presentaron obreros de la empresa y allegados de la familia. El consultor jurídico de Minataca, Carlos Gómez, dijo que Alberto Texeira salió muy temprano de su vivienda a su trabajo pero llegando fue sometido por delincuentes y hasta la tarde de ayer no había sido localizado.
Gómez lamentó la desgracia por la muerte del joven, quien dijo era uno de los dos hijos varones del empresario a quien conoce como un hombre sumamente trabajador, humilde que ha colaborado con la comunidad a tal punto que es muy querido en la zona.
Alberto Texeira tenía varios años con esa empresa familiar a pesar de su delicado estado de salud, porque es un hombre diabético. Hace un año le diagnosticaron insuficiencia renal y debía recibir diálisis cada día. Siempre llegaba a su arenera y después de dejar todo en marcha se iba a recibir el tratamiento.
Luego de inspeccionar el cadáver, los efectivos de la División contra Homicidios del Cicpc, hicieron un recorrido con el testigo presencial del hecho para reconocer el recorrido que hicieron los homicidas y en qué punto los interceptaron. En ese lugar encontraron el teléfono celular de Alberto Texeira que se le cayó cuando lo sometieron.
Tanto las autoridades como la familia del empresario temen por su vida. El cadáver de su hijo fue llevado a la morgue de Bello Monte y la camioneta hasta la sede de la Subdelegación Simón Rodríguez.
AA