María León despierta la más profunda admiración de su nieta Bertha Fréitez, quien escribe Memorias desveladas. Pensamiento y lucha de María León, publicado por Monte Ávila Editores Latinoamericana, de la colección Bitácora rebelde, obra recientemente presentada en la IV Feria del Libro Universitario
No son pocas las mujeres venezolanas que se convierten en ideal de lucha. La ideología no puede ser un factor excluyente que impida reconocer ese gran valor de las féminas que, con su esfuerzo y trabajo, nos hacen sentir orgullosas de haber nacido en la misma tierra que ellas.
Un ejemplo de la figura femenina que describo es María León, que despierta la más profunda admiración de su nieta Bertha Fréitez, quien escribe Memorias desveladas. Pensamiento y lucha de María León, publicado por Monte Ávila Editores Latinoamericana, de la colección Bitácora rebelde, obra recientemente presentada en la IV Feria del Libro Universitario, realizada del 14 al 17 de noviembre del año en curso, en los espacios de la Universidad Experimental de la Artes (Unearte).
1. ¿Por qué hablar
de María León?
Muchos verán a María León –como yo la conocía antes de escribir esto-, a través de la imagen de un televisor, en sus intervenciones en la Asamblea, como ministra del Ministerio del Poder Popular para la Mujer y de la Igualdad de Género, en una que otra faceta del ámbito político, pero con mucha probabilidad desconocen ese lado humano que me hizo dedicar estas líneas que pretendo vayan más allá de lo político y que, más bien en vez de criticar o de rechazar, se conviertan en muestra de respeto hacia quien lucha firmemente por sus ideales hasta convertirlos en una realidad.
Bertha Fréitez, en Memorias desveladas. Pensamiento y lucha de María León presenta a María, su abuela, como una mujer tierna que le pedía a su nieta –quien se describe a sí misma como de fuerte carácter- que sólo se molestara ante la injusticia, un niño descalzo o hambriento, y no por banalidades.
Fréitez describe a su abuela María León incansable y con una energía sobrenatural. Y esto se pone de manifiesto, por ejemplo, cuando nace su hermanita Abril, llamada así porque viene al mundo en el mes que lleva su nombre, y cómo su abuela viajó a Barquisimeto, lugar de residencia de su hija y nieta, para estar presente en ese nacimiento, a pesar de su evidente agotamiento, no descansó hasta tener listos los recuerdos del advenimiento de ese nuevo miembro a la familia.
Para Bertha, el tiempo en el que estuvo su abuela María León en su casa -quince días exactos, según sus palabras- fue de gloria, ya que Berthica, como la llama María León, siente una adoración enorme por esa abuela que ella califica de excepcional y de la que, con su libro, se encarga de mostrar ese lado humano que no es tan conocido como su lucha política.
Memorias desveladas es un texto conformado por siete capítulos. Algunos de ellos son: La infancia de María, Ingreso al partido comunista, La lucha armada, Vida en Barquisimeto, Movimiento Sindical, entre otros.
Hablaré, en general, de esas etapas de María León a quien, como referí anteriormente, más allá de hacer referencia a una ideología, pretendo mostrar como una mujer que se convierte en referencia para quienes luchan por un mundo más justo.
2. La infancia y
adolescencia de “la Leona”
María, “la Leona”, como la llamaba el presidente Hugo Chávez, es hija de Francisco Antonio León, nacido en Caracas, en 1880, y de Celestina Gibory, en el Delta del río Orínoco en 1900. Cuando se conocieron en Cabimas, Francisco era juez de distrito y ella se desempeñaba como maestra. Se casaron en 1930 en Cabimas, y después se fueron a vivir Guatire.
Luego, como para realizar el oficio de la justicia se necesitaba tener estudios para ello, Francisco no puede continuar en ese cargo, y ella, por otras razones, deja de ser maestra. Los dos tuvieron cuatro hijos: Jesús (1932), Ricardo (1935), María (1937) y Alicia (1940).
Celestina, la madre de María, muere tempranamente, a los cuarenta años, cuando queda muy debilitada por el parto y por un problema en sus pulmones debido a que fumaba bastante, dejando a Jesús, Ricardo, María y Alicia tan pequeños que aún no podían valerse por sí mismos, pues el mayor apenas tenía ocho años. A la tragedia de la muerte de la madre le sigue la de la hermanita, quien fallece a causa de una gastroenteritis.
Francisco Antonio tarda tres meses en procesar la muerte de Celestina. Al corto tiempo quedó desempleado. Entonces, a partir de ahí, una condición de pobreza marca la vida de María León. Esa miseria la convierte en una mujer sensible que lucha incansablemente por una sociedad mejor.
Luego llegan los años en que María estuvo internada en el colegio de monjas La Divina Pastora. Ahí también fue víctima de la exclusión, una vez que su padre por su precaria condición económica no puede pagar por su educación, y María entra en esa categoría de las niñas pobres que son menospreciadas y subestimadas.
Otro dolor muy duro fue la muerte de su padre Francisco. Le sigue su matrimonio sin amor con Buenaventura, el padre de su primera hija Bertha Margarita, la madre de la autora de Memorias desveladas.
3. Luchas feministas
Siendo muy joven, María León se sumó al movimiento feminista. Para ella, el feminismo era igualdad, y el enemigo de la mujer, el patriarcado. León manifiesta que esa inclinación por la defensa de la mujer se la enseñó su padre. Jamás ha dejado de luchar por los derechos de las féminas, desde distintos ámbitos, como esposa, madre, ciudadana y mujer de la política.
Desde muchacha, María León se asombró cuando supo que las mujeres antes no tenían ni voz ni voto; cómo, en un tiempo pasado, se les obligaba a usar cinturón de castidad y que no podían crear o inventar algo porque eran calificadas de brujas. En fin, indagó en toda esa historia de sometimiento y maltrato para reivindicar a la mujer partiendo de su misma esencia femenina.
Mujeres que valen oro
Hay féminas que como han vivido la exclusión por su condición de pobreza o género, han dedicado toda su vida a reivindicar el papel de la mujer en la sociedad.
Ellas, más allá de la ideología política que profesan, se transforman en inspiración para quienes queremos más justicia, igualdad y equidad
La voz de la mujer
Isabel Rivero De Armas