El Deportivo Táchira se hará fuerte en Pueblo Nuevo este miércoles, en juego de ida de la final de la Copa Venezuela
Llegó pronto la oportunidad del desquite. Y en San Cristóbal, directivos y aficionados se valen de todos los medios para convocar a Pueblo Nuevo esta noche, “porque todos los tachirenses deben ser partícipes de ella”.
Derrotado el domingo 1-0 en el Olímpico capitalino, el Deportivo Táchira quiere sacudirse el yugo ante Caracas, con el que comparte la gran rivalidad del fútbol venezolano. Más ahora, cuando el equipo muestra capacidad para hacerlo, pues a medida que avanza el torneo va asentando su accionar, se van compenetrando más sus jugadores y comienzan a verse los resultados de un trabajo con objetivos a mediano y largo plazo -idea, de paso, que ojalá se mantenga.
Es el encuentro de ida correspondiente a la final de la Copa Venezuela. Y, desde luego, más allá del ansiado desquite está la meta real: lograr un triunfo que dé ciertas garantías para solventar la vuelta, el 5 de diciembre, que será en condiciones desfavorables por más de una razón.
Y es que hay un detalle singular: en Pueblo Nuevo se va a jugar sobre un terreno en buenas condiciones, donde la pelota corre y da botes normales. Igual para uno y otro, por supuesto, pero donde están acostumbrados a desenvolverse sus jugadores y, sobre todo, podrán desarrollar su juego de toque, de control del balón y de traslado a ras de piso.
Porque el Olímpico, triste es repetirlo, tiene el campo convertido en “potrero”, donde cualquier cosa puede pasar, si bien los avileños -por ser locales-, encuentran menos dificultades para manejarse en él. Dentro de los imponderables, claro.
Caracas, eso sí, no será convidado de piedra. Por el contrario, tiene mucho que buscar y sus jugadores están bien motivados, conscientes del compromiso que tienen por estar en liza para la Copa y el Apertura. Un detalle que da menos presión al Táchira, pero que aquellos han asumido con responsabilidad.
Equipo que ha venido ajustándose a una nueva dirección técnica, el capitalino está consiguiendo resultados incluso más allá de lo previsto en una etapa de adaptación, también de nuevos jugadores. La única modificación , al parecer, puede ser la inclusión del volante Roberto Armúa, hombre de visión y toque ya recuperado de una lesión; el resto -en ambos cuadros- debe ser algo similar al domingo, cuando los capitalinos vencieron 1-0.
Y, de paso, pusieron marca de asistencia para la temporada. Un detalle aparte, pero que causa escozor entre los aurinegros, ya con unos cuantos años alardeando, con razón, de la “mayor fanaticada” del país. Pero un tanto alejada en los últimos tiempos, incrédula ante los resultados y el desempeño irregular. Una de las razones para la insistente convocatoria.
Armando Naranjo // donarmandonaranjo@gmail.com / @DonArmandoN