Invitada para impartir una conferencia titulada «La Igualdad y la equidad de género como valores fundamentales para la paz», la también Embajadora de Buena Voluntad de la Unesco fue distinguida con la orden «Eumelia Hernández».
La líder indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz 1992, recibió hoy de manos del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) una condecoración por su lucha a favor de la equidad de género, distinción que agradeció con «mucha humildad» en nombre de «nuestras ancestras».
Menchú fue la principal oradora de un acto celebrado en el colmado auditorio del TSJ, con motivo de las actividades desarrolladas en Venezuela por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en el que evocó al fallecido mandatario Hugo Chávez como «compañero, amigo y maestro».
Invitada para impartir una conferencia titulada «La Igualdad y la equidad de género como valores fundamentales para la paz», la también Embajadora de Buena Voluntad de la Unesco fue distinguida con la orden «Eumelia Hernández», destinada a premiar a aquellas personalidades que realizan una labor destacada en pro de erradicar la violencia contra la mujer.
Tras reivindicar la lucha femenina por conseguir reconocimiento, Menchú rindió homenaje a «todas las heroínas que han luchado por la emancipación de su género».
«Con mucha humildad recibo esta orden en nombre de ellas, de nuestras abuelas, de nuestras ancestras. Esas ancestras que practicaron una solemne relación con la abuela luna», dijo la líder indígena en su discurso.
En el mismo acto, Menchú recibió además un doctorado honoris causa de la Universidad Bolivariana de Venezuela por su «liderazgo al frente de las luchas sociales», rasgo que la convirtió en «un modelo a seguir por todos los luchadores sociales por su incansable labor en pro de la paz», según los considerandos del premio.
En su presentación, Menchú se dio tiempo también para recordar al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, a quien definió como un «compañero, amigo y maestro», para luego señalar su deseo de ir al cuartel de Caracas donde descansan sus restos a llevarle «una orquídea».
«El presidente Chávez hizo del poder una fuente de pensamiento, de convencimiento, de conciencia, de identidad latinoamericana. Él creó las instancias para hacerlo y ahora a ustedes les toca custodiar todo eso porque es su legado», dijo Menchú ante un auditorio que estalló en aplausos. Agencias
«Podemos vivir en paz
La Premio Nobel de la Paz y Embajadora de la Buena Voluntad de la Unesco, Rigoberta Menchú Tum, expresó en el Tribunal Supremo de Justicia que el Día Internacional de la No Violencia Contra La Mujer es propicio para homenajear a las heroínas que han luchado por la emancipación de los pueblos, de su género, de sus hijos e hijas. «A nuestras queridísimas mujeres, juezas, sé que hay muchas mujeres en el sistema legal y las felicito en su día; no a la violencia contra las mujeres, podemos vivir en paz respetándonos unos a otros», afirmó.
Menchú dictó la conferencia «La igualdad y la equidad de género como valores fundamentales para la paz: una experiencia de vida», no sin antes agradecer al TSJ por la Condecoración conferida. «No es una distinción más, ni una medalla de honor más, porque Eumelia Hernández fue una mujer luchadora; en el marco de este día en el que millones de mujeres del planeta han hecho una lucha por su reconocimiento, respeto y dignidad».
Reconoció la labor que llevan a cabo en Venezuela las magistradas Gladys María Gutiérrez Alvarado y Carmen Zuleta de Merchán en aras de dignificar a las mujeres que luchan a diario por forjar la conciencia de sus ciudadanos en el ámbito local y en las comunidades, «que sostienen allí todo un ideal de transformación para esta hermosa sociedad venezolana».
Prensa TSJ