«El director general [de la OPAQ] indicó que las operaciones de neutralización [de las armas químicas] se llevarán a cabo en el mar en un buque de Estados Unidos con la técnica de la hidrólisis», indicó la OPAQ en un comunicado.
«Un buque está siendo modificado para poder acoger y llevar a cabo las operaciones de verificación de la OPAQ», añadió la organización con sede en La Haya que no quiso indicar el nombre de la embarcación.
Las armas químicas sirias más peligrosas tendrán que ser transportadas fuera del país en guerra antes del 31 de diciembre, según la decisión de la OPAQ de mediados de noviembre.
El consejo ejecutivo de la organización adoptó entonces una hoja de ruta para destruir el arsenal químico sirio antes de mediados de 2014 que incluye un plan detallado con posibles métodos de destrucción fuera del país, en tierra o en el mar.
Sin embargo, a pesar del consenso de que las armas tienen que ser destruidas fuera de Siria, ningún país ha aceptado hasta ahora que esta práctica se realice en su territorio.
Algunas armas químicas, como el gas mostaza, se pueden destruir a través de la hidrólisis, un proceso que finaliza con la obtención de unos desechos, llamados efluentes, que también deben ser destruidos.
La técnica de la hidrólisis permite la descomposición química de una sustancia por la acción del agua de manera que aparezcan nuevas moléculas.
Otras armas químicas, como el gas sarín, se destruyen con mayor facilidad a través de la incineración.
Una vez destruido el arsenal a mediados de 2014, se procederá entonces a la destrucción de los desechos, o efluentes, que debe concluir el 30 de diciembre de 2014.
Estos desechos, igual que otra parte del arsenal químico, podrían ser destruidos por empresas privadas a las que la OPAQ hizo un llamamiento.
Unas 35 sociedades manifestaron su interés y sus candidaturas serán evaluadas, subrayó la OPAQ sin proporcionar datos adicionales.
Siria, que coopera con la OPAQ y en cuyo territorio se encuentran los inspectores de una misión conjunta de esta organización y de la ONU, declaró poseer 1.290 toneladas de armas químicas, precursores o ingredientes.
El resto de armas y de precursores químicos que sirven para fabricar los productos tóxicos (excepto el isopropanol, que puede servir para fabricar gas sarín), tendrán que ser retirados de Siria antes del 5 de febrero de 2014.
Las instalaciones de producción declaradas por el régimen se desmantelarán entre el 15 de diciembre y el 15 de marzo de 2014, según la organización.
Por otro lado, los lugares de producción ya fueron inutilizados y las armas químicas precintadas.
El plan de destrucción del arsenal químico sirio es el resultado de un acuerdo entre Rusia y Estados Unidos que permitió evitar una intervención militar estadounidense en Siria, después de que en este país se registraran ataques químicos mortales que Washington atribuye al régimen del presidente Bashar al Asad.
La guerra civil en Siria, que se desencadenó en marzo de 2011 a raíz de la violenta represión de la revuelta popular contra el régimen, causó la muerte de más de 120.000 personas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El conflicto también ha dejado más de dos millones de desplazados y, según el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR), más de tres millones de refugiados que huyeron hacia Jordania, Líbano, Turquía, Irak y Egipto.