Un grupo de personas, integrada por al menos 400 familias y trabajadores de la Hacienda Bolivariana Bolívar, ubicada en el Sur del Lago de Maracaibo, manifestó frente a la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ubicada al final de la avenida Baralt, para exigir que cesen la orden de desocupación que tienen interpuesta por la empresa Socialista Ganadera Marisela
Tras una semana pernoctando frente a la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ubicado en la Av. Baralt, esperando una respuesta del amparo constitucional que presentaron por la situación que están viviendo al menos 400 familias de la Hacienda Bolivariana Bolívar, ubicada en el Sur del Lago de Maracaibo, acerca de la orden de desalojo que tiene interpuesta la empresa Socialista Ganadera Marisela, este martes, decidieron tomar las calles para que sus exigencias sean escuchadas de una vez por todas.
Y es que, en horas de la madrugada estos pobladores fueron víctimas de violencia policial, justo cuando se encontraban dormidos. “Sólo escuché cuando uno de esos guardias y policías nacionales llegaron al lugar y comenzaron arrojar nuestras cosas, a punta de cachazos nos golpearon y nos arrebataron las carteras, celulares, nuestros cobres sin mediar palabra alguna”.
Sin argumento
Así lo manifestó, Carmen Hernández, quien relató que aunque al principio se sintieron complacidos y reivindicados por la medida que tomó el aquel entonces presidente de la República, Hugo Chávez Frías, de rescatar estas tierras productivas, porque consideran que recuperan sus derechos y su dignidad como seres humanos, ahora esta empresa sin ningún motivo pretende desocupar a estas personas.
“Han violado los derechos humanos desalojando a la gente sin darle una alternativa. Existe una Ley de la Vivienda y queremos que se cumpla; creemos que hoy por esto se dan temas de violencia, queremos vivir ya en paz, ya basta de tanta violencia y desigualdad”, acotó el agricultor.
Hernández destacó que la mayoría de estas personas que hoy (ayer) vinieron a protestar, se han dedicado al cultivo, a cosechar y a sembrar Plátano, Guayuco, Guanábana, Maíz, cuyos alimentos son los que consumen los venezolanos, además “muchos de nosotros tenemos nuestros ranchos instalados dentro de esta hacienda, y si nos sacan para dónde iremos”.
Atropellados
Al respecto mencionó, Álvaro Moro, otro campesino, quien explicó que se les engañaba con el asunto de la tierra. “Nos hacían creer que eran nuestras y luego nos las quitaban, no hacían nada con ellas y decían que éramos invasores”. Es decir, explica el trabajador, que no tenían derecho sobre la tierra que trabajan. A veces “ni sabíamos quién era el dueño para el cual trabajábamos”, enfatizó.
Sin embargo, ahora con esta nuevas acciones, éste número de familias que han venido ocupando la propiedad hace dos años quedarían en el aire. Aunque, asegura Moro, que a pesar que se rumora que “nosotros ocupamos la hacienda de forma ilegal, formamos un grupo trabajador que se han dedicado al cultivo de varios rubros que beneficia al pueblo venezolano”.
Además, mencionó el agricultor, que estas personas encargadas de esta empresa (Socialista Ganadera Marisela) deberían estudiar o hacer un censo de quienes son adjudicatarios, quienes poseen tierra, ya que la idea es seguir con el legado que dejó el expresidente fallecido Chávez Frías, el cual se trata de aumentar la producción nacional y asegurar la soberanía agroalimentaria del país.
Sin respuestas
Indignados se mostraron las 400 familias de la Hacienda Bolivariana Bolívar, ubicada en el Sur del Lago de Maracaibo, luego que su protesta fuese reprimida a punta de empujones y agresiones por parte de la Guardia y Policía Nacional Bolivariana.
Hasta el cierre de esta edición los manifestantes se encontraban en las afueras de la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ubicado en la Av. Baralt, con sus maletas en manos en la espera de un autobús que fue designado por una comisión del mencionado ente público para que los trasladara hasta la ciudad de Maracaibo, estado Zulia y desde allí afinar acuerdos con respecto a su situación planteada.
Mairy Chourio / mchourio@diariolavoz.net / @mairychourio