El canciller Bruno Rodríguez dijo que «el gobierno norteamericano ha usado el terrorismo de estado como arma de su política contra su país, que ha provocado 3.478 muertes y 2.099 discapacitados entre nuestros compatriotas
NACIONES UNIDAS (AP) — El canciller cubano Bruno Rodríguez acusó el lunes a Estados Unidos de usar el terrorismo de estado como arma política contra su país.
Poco después, Costa Rica arremetió contra Nicaragua por desplegar personal militar y civil en su territorio. Ambos países expresaron así sus inquietudes ante la Asamblea General de Naciones Unidas durante el último día de debate general del organismo.
«La política de Estados Unidos hacia nuestra región, con gobiernos demócratas o republicanos es, en esencia, la misma», dijo Rodríguez ante la Asamblea General de la ONU, al. «La voracidad por nuestras riquezas, la imposición de modelos, cultura, pensamiento y la injerencia en nuestros asuntos no cesan».
Rodríguez dijo que «el gobierno norteamericano ha usado el terrorismo de estado como arma de su política contra Cuba, que ha provocado 3.478 muertes y 2.099 discapacitados entre nuestros compatriotas, al tiempo que ha cobijado a decenas de terroristas, algunos de los cuales aún hoy viven libremente en ese país».
También mencionó el caso de cinco agentes cubanos sentenciados a largos encarcelamientos en Estados Unidos.
Cuba exige que Washington deje de mentir, dijo Rodríguez, y «ponga fin a este vergonzoso ejercicio». El ministro destacó como el pasado 31 de julio, el Departamento de Estado estadounidense incluyó nuevamente a Cuba en su lista de patrocinadores del terrorismo internacional.
«El verdadero propósito de mantener a Cuba en ese listado espurio es fabricar pretextos para endurecer la persecución de nuestras transacciones financieras y justificar la política de bloqueo, que ha provocado invaluables daños humanos y económicos por un millón de millones de dólares, al valor actual del oro», destacó.
Estados Unidos no tiene autoridad moral ni política para enjuiciar a Cuba, dijo Rodríguez, y reiteró al final de su discurso la «indeclinable vocación de paz» de Cuba y el interés de la isla por avanzar hacia la normalización de las relaciones entre ambos países.
Portavoces del Departamento de Estado estadounidense no respondieron el lunes de forma inmediata a un pedido por parte de Associated Press pidiendo reacción o respuesta al discurso de Rodríguez.
Estados Unidos no mantiene relaciones con Cuba e impuso un fuerte paquete de sanciones sobre la isla hace más de 50 años, intentado forzar así un cambio de sistema político en la nación caribeña. En julio, el presidente cubano Raúl Castro dijo que si Estados Unidos desea hablar con Cuba de igual a igual, «la mesa está servida». Washington respondió que para ello La Habana debe permitir la libertad de expresión y liberar a sus presos políticos
Por su parte, Costa Rica acusó el lunes a Nicaragua de no cumplir con una orden de la Corte Internacional de Justicia, de que despeje la zona costarricense en la que ha desplegado fuerzas militares y personal civil.
«Quisiéramos que este caso no enturbiara los nexos entre ambos estados; menos aún nuestros profundos lazos humanos, pero Nicaragua aún incumple las medidas provisionales de la Corte. Lo lamentamos, los censuramos y lo denunciamos nuevamente en esta sala», dijo el canciller costarricense Enrique Castillo-Barrantes.
El ministro también habló de la lucha contra el narcotráfico y pidió que Naciones Unidas asuma un papel más activo en la «implementación de estrategias regionales equilibradas» frente al problema.
El costarricense pareció así hacer cierto eco al llamado del presidente mexicano Felipe Calderón la semana pasada pidiendo que la organización internacional lidere un análisis de nuevas alternativas contra el problema del narcotráfico.
El lunes, en un discurso más corto que muchos de sus homólogos o presidentes de otros países ante la Asamblea General, el canciller cubano casi no hizo mención del embargo estadounidense y habló sobre la crisis económica global o el derecho del pueblo sirio a la autodeterminación y la soberanía.
También destacó que se debe «salvar a la organización de las Naciones Unidas» y someterla a una profunda reforma para ponerla al servicio de todos los países igualmente soberanos.
«Sustraerla, así, de las arbitrariedades y doble rasero de unos pocos países industrializados y poderosos», indicó.
Tras mencionar desafíos mundiales como la lucha a favor del medio ambiente o la difícil situación de clases bajas como trabajadores o inmigrantes, Rodríguez cuestionó cómo se gastarán las astronómicas cifras de presupuestos militares en el mundo.
«¿Contra qué enemigo se usarán esas armas? ¿Servirán para eliminar a las masas de pobres que no soporten más su pobreza o para enfrentar incontenibles migraciones de sobrevivientes?», preguntó el ministro.
La paz en Colombia
El canciller cubano mencionó también el proceso de negociación de paz que Colombia va a mantener con las FARC y destacó que, «con discreción y modestia», la isla dio todo su apoyo a la conversaciones exploratorias de ambos bandos realizadas a lo largo del año en La Habana.
«Y así lo hará como garante y sede del proceso de diálogo entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia que se avecina», señaló.
AP