Según el ex presidente estadounidense Bill Clinton, tras varios años de exitosos programas de reducción de la pobreza con crecimiento, el desafío que surge para América Latina es acelerar el crecimiento sin dejar de reducir las desigualdades
Latinoamérica necesita invertir en infraestructuras para seguir creciendo y reduciendo desigualdades, coincidieron hoy los líderes políticos y empresariales convocados por el ex presidente estadounidense Bill Clinton al primer encuentro de la Iniciativa Global Clinton (CGI) en la región.
La inversión en infraestructuras, así como el apoyo a las mujeres para que monten empresas de mayor porte y a las ciudades para que atiendan los nuevos retos de la urbanización, fueron las propuestas presentadas por los convocados ante la pregunta que Clinton hizo en la apertura del encuentro de dos días en Río de Janeiro.
Según el ex mandatario estadounidense, tras varios años de exitosos programas de reducción de la pobreza con crecimiento, el desafío que surge para América Latina es acelerar el crecimiento sin dejar de reducir las desigualdades.
Clinton afirmó que en los últimos diez años América Latina consiguió sacar de la pobreza a 70 millones de personas y ascender a la clase media a 50 millones, así como crecer en medio de la crisis económica internacional que comenzó en 2008.
«La gran pregunta que tenemos que hacer es ¿cómo acelerar ese crecimiento e incluir más personas en medio de una crisis global de desempleo?», preguntó.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aseguró que Suramérica tiene que invertir en obras de infraestructura que conecten el Atlántico con el Pacífico, ya que «el futuro de la región depende de nuestra capacidad para unir los dos mares».
La mandataria agregó que Brasil lleva adelante actualmente un ambicioso programa de renovación de infraestructuras con inversiones públicas y privadas mediante el modelo de concesiones al sector privado.
«Invertimos en asociación con la iniciativa privada en nuestras carreteras, en la mejoría y la ampliación de nuestros puertos y en la ampliación de nuestros aeropuertos», afirmó Rousseff, quien destacó que Brasil cuenta por primera vez con un programa de expansión de su red de ferrocarriles y garantizó la expansión del parque de generación y de la red de transmisión eléctrica.
Rousseff explicó que ese proceso no sólo acelera el crecimiento sino que ayuda a reducir las desigualdades, ya que beneficia a los más necesitados y genera recursos para los servicios públicos.
Mencionó el caso de la asociación con empresas privadas para explotar el mayor yacimiento petrolero del país, que generará en los próximos 35 años ingresos por un billón de reales (unos 434.782 millones de dólares) destinados principalmente a la educación.
«El desafío de infraestructura más urgente que tenemos ahora es la extensión a todo el territorio nacional de una red de banda ancha de alta capacidad. Esa infraestructura servirá de base a nuestra política educativa, que da prioridad a la inclusión», dijo.
Agencias