La declaración llega tras la información que la agencia de inteligencia de Seúl hizo llegar a los parlamentarios, según la cual dos de los colaboradores más cercanos de Jang habrían sido ejecutados en público el mes pasado
SEÚL. La aparente caída del poder de Jang Song-thaek, tío del líder norcoreano Kim Jong-un, puede provocar cambios significativos en el régimen comunista e incluso aumentar la incertidumbre en la península coreana, según afirmaron observadores este martes.
La declaración llega tras la información que la agencia de inteligencia de Seúl hizo llegar a los parlamentarios, según la cual dos de los colaboradores más cercanos de Jang habrían sido ejecutados en público el mes pasado, acusados de corrupción y actos en contra del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte (WPK, según sus siglas en inglés) que ostenta el poder en el país comunista.
Según esta información, Jang, que ostentaba el cargo de vicepresidente de la poderosa Comisión de Defensa Nacional junto con otros cargos importantes en el partido y el gobierno, no ha sido visto en casi un mes, un signo de su caída en desgracia.
El Servicio de Inteligencia Nacional (NIS, según sus siglas en inglés) no ha confirmado el paradero actual de Jang, aparte de decir que la purga podría ser un proceso aún en marcha que podría acarrear el desmantelamiento completo del departamento administrativo del WPK. Este departamento era la base de apoyo de Jang en el partido.
Según Yang Moo-jin, profesor de la Universidad de Estudios Norcoreanos de Seúl, la caída del tío y ejecución de sus colaboradores cercanos sería una clara indicación de la derrota de Jang en medio de una feroz lucha por el poder.
También especuló con la posibilidad de que, con Jang fuera del panorama como patrón del líder, el país podría experimentar un período de luchas por el poder que podrían minar la estabilidad del régimen.
Este punto de vista es compartido por Kim Yong-hyun, profesor de Estudios Norcoreanos en la Universidad de Dongguk, quien especuló con la posibilidad de que la destitución de Jang pueda ser el detonante de abruptos cambios en Corea del Norte.
Esta situación, según diversos obervadores, no sería positiva para la región, ya que una Corea del Norte inestable podría realizar provocaciones e increcentar las tensiones con sus vecinos para desviar la atención de sus asuntos internos. Incrementar la tensión también podría ser una forma de unir al pueblo alrededor de su líder.
Esto sería cierto de forma especial si el vacío de poder fuese ocupado por la línea dura del régimen. Jang era visto como un defensor de los cambios y reformas económicas en el país.
Según Yang, teniendo en cuenta comportamientos anteriores, el Norte podría emprender acciones agresivas contra Corea del Sur, lo cual solo contribuiría a empeorar unas relaciones intercoreanas que ya no son buenas.
Funcionarios de seguridad de Seúl han declarado que estudian de cerca la posibilidad de que el Ejército gane más poder. De esta forma, se está haciendo un esfuerzo para descubrir qué otros cargos han sido purgados, ya que esto daría una idea sobre quién se impuso en la lucha de poder.
Según otros observadores, la caída de Jang no es un sorpresa, ya que Kim Jong-un podría haber usado a su tío como vehículo temporal para asentar su poder tras la muerte de su padre.
Jang hizo muchas menos apariciones en compañía de su sobrino este año que en 2012, una indicación de que podría haber estado perdiendo poder paulatinamente.
Acerca del panorama futuro, Kim Keun-sik, profesor de la Universidad de Kyungnam, declaró que la salida de Jang no cambiará de forma drástica las políticas del Norte. Así, no se vería alterado el objetivo doble de avanzar en la construcción económica y la mejora de su fuerza nuclear.
Según Kim, una forma de calibrar el comportamiento futuro de Corea del Norte sería observar el papel de Choe Ryong-hae, director del Buró de Política General del Ejército y alto funcionario de las Fuerzas Armadas de Corea del Norte. Si Choe llena el vacío de poder de Jang, podría decirse que «nuevos miembros» del Ejército han luchado y conseguido mayor poder.
Otros observadores especulan con la posibilidad de que Jang no esté completamente fuera del juego político, incluso aunque haya perdido su posición y sus colaboradores hayan sido ejecutados.
Chang yong-seok, investigador del Instituto para la Paz y los Estudios de Unificación de la Universidad Nacional de Séul, recordó que Jang ya fue purgado en tiempos del padre del líder actual y regresó después, por lo que podría estar nuevamente esperando una oportunidad para regresar.
Agencias