Concluyó el ciclo electoral –por ahora— y toca a los protagonistas de esta polarización hacer su revisión interna. Lo concluyente es que ambas tendencias respiran casi en paridad de condiciones.
Concluye un nuevo proceso electoral, se cumple a medias el Día de la Lealtad a Chávez y entramos en un receso electoral de dos años, lo cual permitirá recomponer muchas cosas y analizar en frio y en caliente, los recientes resultados y su perspectivas de cara al futuro.
Estos análisis serán, suponemos, materia de amplia discusión tanto para el gobierno como para la oposición.
En las primeras de cambio ambas parcialidades, con razón se atribuyen victorias. Unos más y otros menos, pero las dos tendencias respiran.
El primero en salir a la palestra fue Diosdado Cabello para anticipar los resultados de manera provocadora, luego salió el vocero de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo para exigir los resultados y finalmente habló el presidente, de quien esperabamos un discurso sosegado y lo que mandó fue plomo pesado, con una excepción, reconoció algunos resultados que le fueron adversos al proceso.
Su lenguaje de nuevo fue duro y amenazante. De un lado ratificó sus propósitos de reunirse con los alcaldes electos y por el otro lo condicionó a su reconocimiento como presidente y al Plan de la Patria. Insultó al alcalde mayor Antonio Ledezma y cargó contra Capriles para sacarse la espinita de que esta era una elección plesbicitaria.
Poco habló el Jefe de Estado de los resultados que le fueron adversos, especialmente en las grandes ciudades, ni de la participación civica de la ciudadanía. Tampoco se refirió a la abstención, que en su mayoría afectó a la oposición.
Una reflexión importante habría sido admitir el costoso error de colocar a artistas en vez de políticos como candidatos. En Sucre, el “potro” Alvarez recurrió a Don Omar para acercársele a Ocariz, pero en Baruta, Winston Vallenilla no pudo contar con Jennifer López para que lo ayudara.
El análisis profundo en todo caso debe ser para comprender lo ocurrido en Barquisimeto, Valencia, Juan Griego, Maturín y Barinas, en este último estado, por cierto se hizo caso omiso al llamado ventajista del día de la lealtad a Chávez.
Lo realista, lo tangible es que el país sigue polarizado y pretender gobernar solo para una mitad en nada fortalece el talante democrático del gobierno.
En lo interno habrá tiempo para revisarse y reinventarse frente a los resultados. No hay duda que los mismos fortalecen a Maduro interna y externamente y ello le servirá de aliciente para su liderazgo.
La próxima elección a la vista es la designación del presidente de la AN, lo cual parece simple, pero a la vez complicada por aquello de las tendencias internas.
Oposición vs abstención
A la oposición de nuevo la indiferencia y el desinterés le jugó una mala pasada, tampoco tuvo a disposición los medios como antes. Globovisión ya es cosa del pasado y ahora se impone el contacto directo, que es lo ideal ante lo mediático que fue la punta de lanza del llamado liderazgo emergente.
Con estos dos factores adversos podemos decir que los resultados fueron satisfactorios y por ahora le permiten sobrevivir en condiciones ventajosas.
Pero igual que el gobierno, necesita una reflexión interna sobre las candidaturas que corrieron al margen de la unidad y el liderazgo interno que pasa por una reingeniería de la Mesa de la Unidad.
En político ahora disponen de varios voceros de peso. Henrique Capriles cuyo liderazgo no parece lacerado, Leopoldo López, con 18 alcaldías, Antonio Ledezma, reelecto alcalde mayor de Caracas y objetivo del gobierno y María Corina Machado de importante figuración ante la opinión pública y muy discretamente, Henry Falcón.
En Maracaibo también quedó demostrada la fuerza de UNT que enfrentó a dos factores: Los rojos y algunos focos perturbadores amarillos.
La guinda final la puso el gobierno, que al no conformarse con los resultados en Caracas, Petare y Maracaibo, terminó actuando como Jalisco nombrando tres gobiernos paralelos que aspiramos sean organismos eficientes y no fenómenos de perturbación.
ARENA Y CAL
ALCALDIA MAYOR. Se comienza a trabajar el proyecto para elegir alcalde mayor en los altos mirandinos. La propuesta está tan avanzada que ya hasta se oyen nombres de aspirantes.
MUD. La mesa de la unidad debería comenzar a ser su propia reingeniería sin estridencias. Este es un buen momento para relazar a la instancia opositora. Los cambios deben comenzar incluso en las regiones para abrir el abanico de representación y fortalecer la estructura externa.
RAYAO. No pasará mucho tiempo para que Ramón Gómez regrese a las filas del proceso luego de su flamante elección como alcalde de Mamporal. Con las alforjas llenas, el “Rayao” es recibido con alfombra roja.
JOSE LUIS RODRIGUEZ se convierte en un caso inédito en la política venezolana y latinoamericana. Su tercera elección continua en Carrizal, confirma su liderazgo y lo pone en disposición de aspirar otras posiciones en el estado Miranda. No lo pierdan de vista.
CONCLAVE TUYERO. El Psuv realizó el pasado jueves un encuentro en los Valles del Tuy. Allí se analizaron varias cosas y se plantearon toma de decisiones en los diversos municipios del estado. La reunión fue presidida por Elías Jaua y sus conclusiones, al cierre de esta entrega, se desconocían, pero con toda seguridad trataron temas de gobernabilidad y revisión de circunstancias adversas como las ocurridas en Carrizal donde el candidato enagnnó a sus lectores haciéndoles creer que no había ceptado el apoyo de Juan Bimba, partido que sacó cerca de 500 votos.
CERRADITA. Así fue la victoria de Thais Oquendo en el municipio Zamora. La división en la oposición facilitó el triunfo de la abanderada del Psuv, en tanto que el contraste fue en Plaza donde Rodolfo Sanz ganó holgadamente.
RAMON FLORES asumió nuevas responsabilidades políticas en Voluntad Popular en el Tuy. Es uno de los cuadros de Alfredo Jimeno y Leopoldo López en el estado y muy especialmente en El Tuy. Por ahora su partido es la segunda fuerza en Miranda.
LIBERTAD. Estamos a la espera de una decisión humanitaria que le permita recuperar su libertad al comisionario Simonovis. Su inexplicable cautiverio no es otra cosa que ensañamiento.
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